En coincidencia con estos dos golpes mediáticos del gobierno, se da la reaparición pública del papá de Andy, en un largo video grabado en su refugio, para enviar un mensaje muy claro a los mexicanos, que reza así: me fuí, pero no me he ido
Nada es accidental en la política. Este fin de semana, la señora presidente con A de patria tendrá una magna concentración de sus segudidores para celebrar el aniversario de la llegada al poder del cuatrote, en el Zócalo de la Ciudad de México. Como era de esperarse, desaprecerán las vallas tubulares y las planchas de acero que son las murallas de este Palacio. Ni de casualidad aparecerán los halcones vestidos de negro que violentamente provocan en todas las manifestaciones que no sean de a pollo y de a huevo. Es decir, en favor del papá de Andy.
La señora encargada del despacho presidencial presumió hace unos días, las bondades de los programas de bienestar social, que es otra forma de llamar a la compra de voluntades electorales. Dijo que 33 millones de familias mexicanas reciben por lo menos alguno de los diez programas de limosna oficial, desde el sembrando vidas a los discapacitados, pasando desde luego por los adultos mayores.
Dijo doña Claudia, y no lo dudo, que se está gastando este año 895 mil millones de pesos en esos apoyos, y que el próximo año será más de un billón de pesos.Billón de los nuestros, que son un millón de millones, y no los del banco de la ilusión de Samuelito el mentiroso, que son miles de millones. Muy bien.
Nada es accidental.
En coincidencia con estos dos golpes mediáticos del gobierno, se da la reaparición pública del papá de Andy, en un largo video grabado en su refugio, para enviar un mensaje muy claro a los mexicanos, que reza así: me fuí, pero no me he ido.
El pretexto es un libro que mandó editar y se llama Grandeza. No tengo pensado leerlo. Especialmente cuando las reseñas primeras destacan que el eje central del escrito es reescribir la historia de los mexicanos originarios. Según leo, para esa grandeza, los mexicas no hicieron sacrificios humanos ni fueron antropófagos, y los zompantlis fueron un invento de los escenógrafos españoles. De eso hay que ocuparse en otro momento, si es verdad que lo escribió el papá de Andy.
El asunto es que el dispendio de la hacienda mexicana en dádivas que nos van a cobrar a largo plazo, se da al mismo tiempo del desplome de la economía mexicana.
El pronóstico de crecimiento de la economía nuestra no llega al dos por ciento. La principal fuente de ingresos a la economía mexicana, las remesas de los braceros en Estados Unidos, se está reduciendo a consecuencia de la política del país que los explota; de Pemex, ni hablar, porque lo único que aporta es deuda. De la inversión extranjera, con la incertidumbre de la reforma judicial de Andrés Manuel, mejor ni considerarla.
En ese contexto, ayer se aprobó un aumento del 13% al salario mínimo y la reducción de las horas de trabajo a 40 por semana.
Noticias que mueven al beneplácito y la ovación de las clases menesterosas. ¿A quién le dan pan que llore?
El asunto es que el pan se va a poner más escaso, y el trabajo menos eficiente.
El sector empresarial, dice doña Claudia, estuvo de acuerdo con el aumento salarial y la reducción progresiva de las horas de trabajo. Allá ellos.
PARA LA MAÑANERA DEL PUEBLO (porque no dejan entrar sin tapabocas): Si mañana doña Claudia va a Washington, que sí va, tiene que aprovechar su primer encuentro con Donald Trump para resolver el acertijo de nuestra relación con los Estados Unidos. De firmeza o de sumisión.
No hay de otra.
