
El papa León XIV participó en Beirut en un encuentro interreligioso con representantes ortodoxos y musulmanes
El papa León XIV afirmó que “a veces, la humanidad mira al Oriente Medio con inquietud y desaliento” pero “la reconciliación y la paz son posibles”, al participar en Beirut en un encuentro interreligioso con representantes ortodoxos y musulmanes, en su segundo día en Líbano.
A veces, la humanidad mira al Oriente Medio con inquietud y desaliento, ante conflictos tan complejos y prolongados. Sin embargo, en medio de estas luchas, se puede encontrar esperanza y aliento cuando nos centramos en lo que nos une: nuestra humanidad común y nuestra creencia en un Dios de amor y misericordia. En una época en la que la coexistencia puede parecer un sueño lejano”, dijo el papa ante el resto de líderes religiosos.
Una respuesta sin entrar en detalle sobre los conflictos que aquejan Oriente Medio a los testimonios de algunos líderes religiosos que expusieron al papa estadounidense la situación en el sur de Líbano con los ataques de Israel, a pesar de la tregua que cumplió un año hace unos días.
Mar Ignazio Efraim II, patriarca de Antioquía y de todo Oriente y jefe supremo de la Iglesia sirio-ortodoxa en el mundo, habló de “un feroz enemigo israelí, que está acelerando así la migración forzosa de muchos”.
La visita de León XIV llega, agregó, “en un momento delicado de la historia de esta región, en la que asistimos a grandes turbulencias y transformaciones radicales que esperamos puedan generar estabilidad, justicia y paz para nuestra región, que no conoce desde hace mucho tiempo”.
Sentados en semicírculo en una carpa transparente en la plaza de los Mártires de Beirut, el pontífice estadounidense aseguró que “sin embargo, en medio de estas luchas, se puede encontrar esperanza y aliento cuando nos centramos en lo que nos une”.
Y puso el ejemplo de Líbano, donde “en una época en la que la coexistencia puede parecer un sueño lejano, el pueblo libanés, aun abrazando diferentes religiones, se erige como un poderoso recordatorio de que el miedo, la desconfianza y los prejuicios no tienen la última palabra, y que la unidad, la reconciliación y la paz son posibles”.
“Constructores de paz”
León XIV idió a los líderes “dar testimonio de la verdad imperecedera de que cristianos, musulmanes, drusos y muchos otros pueden vivir juntos y construir un país unido por el respeto y el diálogo”.
“En un mundo cada vez más interconectado, ustedes están llamados a ser constructores de paz: a enfrentarse a la intolerancia, a superar la violencia y a desterrar la exclusión; iluminando el camino hacia la justicia y la concordia para todos, a través del testimonio de su fe”, agregó.
El jeque Ali El-Khatib, vicepresidente del Consejo Superior Islámico Chiita, indicó por su parte: “Estamos convencidos de la necesidad de la existencia del Estado, pero en su ausencia, nos hemos visto obligados a defendernos resistiendo al ocupante que invadió nuestra tierra y ciertamente no amamos las armas ni el sacrificio de nuestros hijos”.
“Ponemos la cuestión del Líbano en sus manos, con toda su capacidad internacional, para que el mundo pueda ayudar a nuestro país a liberarse de las crisis acumuladas, en primer lugar la agresión israelí y sus consecuencias para nuestro país y nuestro pueblo”, añadió.
A su vez, el jeque Sami Abi Al-Muna, jeque Al-Aql de la comunidad drusa, destacó que este encuentro entre “musulmanes y cristianos, puede crear un rayo de esperanza en el oscuro clima actual que nos rodea”.
“Su visita, Santidad, nos invita a elevarnos a un nivel superior y a abrir las puertas del amor y la misericordia, del amor cristiano y la misericordia islámica, y a cerrar las puertas del fanatismo y el extremismo, para que la voz de la paz sea más fuerte que la voz de las guerras”, subrayó el líder druso.
Con información de EFE