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xLa rapiña de Acapulco no fue popular, fue profesional. Fue espontánea en parte. Las escenas que vimos de gente saqueando, tenían un lado de necesidad y desesperación.

Pero fue sobre todo un saqueo conducido por el crimen organizado de la ciudad, que la tenía en sus manos desde antes del huracán.

Acapulco ya era una plaza tomada por el crimen.

El huracán rasgó las contenciones que quedaban y dejó la ciudad entera, tanto la próspera como la precaria, en manos de quien quisiera y pudiera saquearla.

Quien quiso y pudo saquearla fue el crimen organizado, que empezó su operativo de rapiña, según alguna versión, incluso cuando el huracán apenas iba entrando al puerto.

Cómo fue esa rapiña de profesionales y guiada por quiénes es lo que cuenta Héctor de Mauleón en Los huachicoleros del huracán (@hdemauleon).

El Cártel Independiente de Acapulco y Los Rusos, (dependiente del Cártel de Sinaloa), coordinaron el asalto a almacenes y a tiendas caras. Lo hicieron moviendo por radio y celulares a taxistas, transportistas y ambulantes que estaban, de por sí, bajo su control.

Y saquearon 30 de las 86 sucursales bancarias que hay en Acapulco. En algunas de ellas se llevaron todos los cajeros automáticos, algunos de ellos arrancados, junto con la pared donde estaban empotrados, por camionetas que tiraban con cadenas.

Usaron sopletes para llegar a los depósitos blindados de los cajeros donde está el dinero y, en algunas sucursales, lograron entrar hasta las bóvedas donde se guarda el efectivo total.

No fue precisamente la rapiña popular que sugieren las muchas imágenes que vimos de gente llevándose agua y comida de las tiendas.

Fueron también las redes del crimen las que saquearon edificios de gente que tenía departamentos de ir y venir a Acapulco, como en Punta Diamante.

Entre los veinte puntos del Plan gubernamental puesto en marcha para que Acapulco no pase una navidad amarga, hay este:

“Se establecerá en cada colonia de más de 1,000 viviendas un cuartel de la Guardia Nacional con 250 elementos en cada uno para garantizar la seguridad y evitar el robo en viviendas y comercios”.

Suerte con eso, de verdad:

Llegarán a ordenar una ciudad deshecha, saqueada y ocupada por el crimen.

https://www.milenio.com/opinion/hector-aguilar-camin/dia-con-dia/acapulco-y-la-rapina-profesional