Alejandro Giammattei asumió la Presidencia de Guatemala el 14 de enero de 2020 y prometió combatir la corrupción como promesa de campaña
La migración, pobreza, denuncias por corrupción, críticas por mala gestión de la pandemia y el acoso contra jueces, fiscales y periodistas independientes han marcado los cuatro años de presidencia en Guatemala de Alejandro Giammattei, quien no puede reelegirse debido a que lo prohíbe la ley del país centroamericano.
El legado de Giammattei es un alto nivel de cooptación institucional, debilitamiento de la democracia y la profundización de la corrupción”, afirmó en una entrevista con EFE el politólogo Renzo Rosal, sobre el desempeño de los tres años y medio del Gobierno de Giammattei, previo a las elecciones del próximo domingo.
A criterio del experto, el presidente “armó un contubernio con actores de justicia, como la fiscal general, Consuelo Porras”, para “deshabilitar la lucha contra la impunidad”.
Giammattei tomó el cargo el 14 de enero de 2020 y prometió combatir la corrupción como una de sus promesas de campaña, al igual que erradicar la desnutrición y favorecer los derechos de las mujeres.
A seis meses del final de su Gobierno, analistas y expertos coinciden en que ninguna de las promesas fue cumplida y Guatemala pasó a ser en 2022 uno de los cuatro Gobierno más corruptos del continente americano, según la organización Transparencia Internacional, con sede en Berlín.
Es por eso que el partido de Giammattei, Vamos, cuenta, según sondeos, con pocas posibilidades de que su candidato presidencial, Manuel Conde, pueda obtener una victoria en las elecciones de este domingo, donde Guatemala designará a sus autoridades para el período 2024-2028.
Acusaciones de corrupción con ciudadanos rusos
Una de las manchas más significativas para Giammattei surgió en 2021, cuando se inició una investigación en su contra por supuestamente recibir sobornos de mineros rusos para autorizar la construcción de un puerto en la costa al Caribe de Guatemala.
Dos años después, el exfiscal anticorrupción Juan Francisco Sandoval, quien estaba a cargo de la investigación contra el presidente, está exiliado en Washington y en Guatemala se han abierto múltiples causas penales en su contra.
Además, el periodista José Rubén Zamora Marroquín, quien por medio de su matutino El Periódico había denunciado la trama de sobornos protagonizada por Giammattei, está preso desde el 29 de julio pasado y condenado a seis años de prisión por un supuesto caso de lavado de dinero.
Durante el Gobierno de Giammattei, al menos 30 periodistas, fiscales y jueces que habían investigado y juzgado estructuras de corrupción, se vieron obligados a abandonar el país denunciando persecución política en su contra. Además, al menos ocho fiscales anticorrupción han terminado en prisión.
Desnutrición, migración y violencia
Cuando Giammattei fue juramentado como presidente en 2020 dijo que la lucha contra la desnutrición infantil sería su “principal objetivo”. Sin embargo, durante su gestión 220 niños han muerto por este flagelo y se han registrado 76.315 casos en total, un 18 por ciento más que en el Gobierno de Jimmy Morales (2016-2020).
En cuanto a la creciente crisis migratoria, Giammattei ha sido altamente criticado por defensores de derechos humanos y analistas por militarizar la frontera con Honduras, ya que el 17 de enero de 2021, Guatemala reprimió con violencia a 3 mil 500 migrantes, entre ellos niños y mujeres, con bombas lacrimógenas y macanas para cortar su paso rumbo a Estados Unidos.
Además, en términos de seguridad, la tasa de homicidios aumentó en 2022 a 17 por cada 100 mil ciudadanos, siendo esta la estadística más alta en los últimos 15 años.
Guatemala tiene demasiados problemas pero el próximo presidente debería dedicarse exclusivamente a recuperar la estabilidad institucional y poner un alto a la cooptación del Estado. Si eso no se detiene, cualquier esfuerzo es en vano”, advirtió Rosal.
En su opinión, si el próximo 25 de junio Guatemala elige a un Gobierno que continúe bajo la misma línea del actual sería un “golpe terrible” y “se reforzaría un régimen autoritario que alejaría al país del democrático que desearía tener”.
Las elecciones generales en Guatemala tendrán lugar el próximo 25 de junio con 9,3 millones de personas habilitadas para emitir su voto.
Además de presidente y vicepresidente, los guatemaltecos también tendrán que elegir a un nuevo Congreso (160 diputados) y Parlamento Centroamericano (20 legisladores), junto con 340 alcaldías municipales.
Con información de EFE
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