Minuto a Minuto

Nacional Abusan sexualmente de mujer en Los Mochis; fue secuestrada junto a su bebé
Una mujer denunció haber sido secuestrada junto a su bebé en Los Mochis; sus agresores abusaron sexualmente de ella antes de liberarla
Nacional Gobierno aumenta despliegue de fuerza de tarea a 13 mil 372 elementos ante impacto de “Beryl”
"Hay una fuerza de tarea muy relevante", detalló la titular de Protección Civil federal, Laura Velázquez, sobre preparativos ante "Beryl"
Nacional AMLO confirma que padres de normalistas desaparecidos de Ayotzinapa se reunirán con Sheinbaum el 29 de julio
López Obrador también detalló que el 29 de julio tendrá otra reunión con los familiares de los estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa
Internacional “Mientras no nos falten el respeto, no tenemos por qué actuar de manera intervencionista”: AMLO sobre elecciones en Estados Unidos
López Obrador aseveró que estará muy atento a la forma en que se desarrolle el proceso electoral en los Estados Unidos
Ciencia y Tecnología La Tierra se moverá más despacio este viernes, cuando estará más lejos del Sol
Este 5 de julio la Tierra estará en el afelio, o punto más alejado de su órbita en torno al Sol, por lo que se moverá más despacio

Creo que se puede hablar del caso Ayotzinapa como un crimen de Estado en un sentido laxo, porque participaron en él autoridades locales, policías y militares que son parte del Estado.

Pero difícilmente puede predicarse como crimen de Estado en un sentido estricto: como un crimen cometido a consecuencia de una política general o de una instrucción precisa venida de la cúspide del Estado para exterminar o agredir a un grupo social determinado.

De lo que podría hablarse en un sentido estricto, creo, si la información y los testimonios contenidos en el nuevo Informe sobre Ayotzinapa tienen solidez documental y valor judicial probatorio, es de un “encubrimiento de Estado”.

Si se prueba judicialmente que la entonces Procuraduría General de la República manipuló la investigación para excluir de responsabilidades al Ejército, estaríamos frente a una decisión de encubrimiento de Estado, que involucraría al jefe del Procurador, que entonces no era autónomo, sino dependiente, en forma directa, del presidente de la República.

Es difícil pensar que esta decisión de encubrimiento de Estado, si la hubo, no fuese al menos consultada o compartida con los miembros del gabinete responsables de la seguridad, y con las Fuerzas Armadas, directas beneficiarias del encubrimiento.

A juzgar por la reacción de las autoridades contra la filtración del Informe original, sin testar, el gobierno no quiere ir hasta allá, o al menos no todavía.

La filtración acelera los tiempos de la opinión pública, genera juicios tajantes en favor y en contra, y pone al gobierno en la presión de transparentar todo lo que sabe, todo lo que el Informe contiene, y las consecuencias judiciales de su contenido.

El gobierno procedió con rapidez a encarcelar al ex procurador y al militar responsable de la plaza de Iguala, activando además una avalancha de casi 80 órdenes de aprehensión que la Fiscalía otorgó al principio y redujo luego en 40 casos.

Ha empezado así la típica secuela de opacidad y decisiones contradictorias de los procesos judiciales mexicanos de gran visibilidad: nada queda claro salvo los hechos consumados. La posibilidad de probar penalmente el encubrimiento de Estado es remota, pero sus posibilidades de manipulación política para el gobierno son considerables.