En las “South Georgia Islands” o Islas Georgias del Sur, se encuentran los restos de la estación ballenera de Grytviken
De lo que fueron enormes estaciones balleneras ahora son peligrosas estructuras de hierro y asbesto que crujen con el viento del mar.
En las “South Georgia Islands” o Islas Georgias del Sur, se encuentran los restos de la estación ballenera de Grytviken.
Para llegar aquí tienes que viajar en barco desde la ciudad argentina de Ushuaia, llamada “El fin del mundo” porque marca el final del continente americano.
Llegas en una lancha o zodiac desde el barco a este extraño lugar, donde te reciben unos simpáticos pingüinos rodeados de una gran variedad de especies de focas marinas.
Este territorio está bajo la administración del Reino Unido que en 1985 lo agrupó con las islas Sándwich del Sur.
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Tiene 170 kilómetros de largo y se encuentra a 1450 kilómetros de las Islas Malvinas.
No tiene habitantes permanentes, sólo 5 personas que trabajan en el verano en el museo South Georgia, así como investigadores que trabajan en distintas estaciones científicas durante todo el año.
También hay una iglesia y un cementerio.
Aquí viven los pingüinos rey, gentoo, y chinstrap. Una gran variedad de aves y focas de la especies fur, elefante, leopardo y wedell.
A principios de 1929 se procesaban diariamente 25 ballenas en la central ballenera de Grytviken.
La grasa, las entrañas y huesos se metían en enormes ollas de presión para cocinarlos y extraerles el aceite. Los productos que elaboraban eran aceite para iluminación, margarina, jabón, fertilizantes y suplementos nutricionales para granjas.
Existía la compañía argentina de pesca, así como empresas británicas y noruegas. Era una industria muy exitosa por la enorme cantidad de ballenas que había.
La cacería estaba descontrolada. Mataban más de 40 mil ballenas en un año. Esto provocó la sobreproducción de aceite de ballena, lo que hizo que el precio en el mercado bajara drásticamente y que su producción ya no fuera rentable.
Además, muchos de estos productos fueron sustituidos por productos derivados del petróleo. La estación ballenera cerró en 1965.
Más de 175 mil ballenas se procesaron en South Georgia.
Hoy en día se ha tratado de regular la caza de ballenas pero aún se pueden capturar para fines científicos.
Cabe mencionar que no es saludable, ni tiene ningún beneficio comer carne de ballena, ya que por la extensa cadena alimenticia, es el animal marino con mayor cantidad de mercurio en su organismo.