
En la cultura Masai en Kenia y Tanzania, las esposas son las encargadas de construir las casas sin ayuda de sus maridos; por Ivonne Frid
Por @IvonneFridPhotography
En la cultura Masai en Kenia y Tanzania en África, las esposas son las encargadas de construir las casas sin ayuda de sus maridos.
Utilizan palos, paja y barro formado por agua y excremento de vacas.
En las aldeas hay cientos de moscas porque guardan los desechos orgánicos de sus animales.
Sigue a Ivonne Frid en Instagram
Las mujeres tardan en promedio tres semanas en construirlas. Tienen una entrada muy pequeña y son muy obscuras por dentro.

Se dividen en cuatro secciones: una zona donde duermen los padres, otra para los hijos, un área para guardar algún animal pequeño y la parte central donde cocinan sus alimentos utilizando una fogata.

Justo ahí en el techo dejan un pequeño agujero para que salga el humo que también sirve para ahuyentar a los moscos, principalmente a los que transmiten la malaria, enfermedad para la cual no hay vacuna.
Te puede interesar: El clavado del oso polar
Los Masai tienen una cura natural para la malaria, una raíz con la cual preparan una poción con leche y la toman durante unos tres días para purgar su cuerpo y que la larva salga de su organismo.

Las aldeas están rodeadas de plantas con púas y troncos para ahuyentar a los animales salvajes.
Son nómadas y muchos de ellos tienen casas en dos países africanos: Kenia y Tanzania. Así tienen alimento para sus rebaños durante todo el año.
Para ello cuentan con permiso de ambos gobiernos para moverse de un país al otro sin pasaportes.