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Una aportación árabe al Día de Muertos
Foto de De Calaveras.com

Uno de los símbolos con el que más se identifica al Día de Muertos es la tradicional calaverita de azúcar.

Infaltables en cualquier ofrenda, estas calaveritas tienen un elemento que para los mexicanos es divertido, pero para muchos extranjeros puede resultar terrorífico: lleva en la frente el nombre de la persona a la que se la regalan o el de algún integrante vivo de la familia que vive en la casa donde se encuentra el altar.

Pero este tradicional producto del Día de Muertos tiene un elemento que no es de origen mexicano. Aquí le contamos cuál es.

Un símbolo prehispánico

Una aportación árabe al Día de Muertos - tzompantli
Foto de Tania Villanueva/ López-Dóriga Digital

El origen de las calaveritas de azúcar se remonta a los cráneos que se utilizaban en las celebraciones y rituales prehispánicos, pero especialmente al tzompantli, que es un altar formado por una o varias hileras de cráneos humanos.

Tras la Conquista, a los europeos no les gustaban mucho varios de estos rituales que permanecían en algunas regiones del país, y todavía menos que se usaran huesos humanos para ellos.

Fue así que los españoles empezaron a sustituir esos cráneos humanos por otros elaborados de diferentes materiales, como el dulce.

Desde Asia

Durante la Colonia se empezaron a elaborar cráneos de alfeñique, que es una pasta que trajeron los españoles a México, pero cuyo origen es árabe, y llegó a España cuando los árabes ocuparon ese país.

En Arabia, la pasta de alfeñique se preparaba con harina de cebada, miel, azúcar, almendras y agua, y servía para preparar algunos dulces, además de que tenía algunas propiedades curativas.

Así que como el alfeñique era una pasa viscosa con la que se podían formar diversas figuras, se aprovechó para prepararla en forma de calavera y así sustituir a los cráneos humanos que solían usar los prehispánicos.

Así nacieron las famosas calaveritas de azúcar que se volvieron populares a inicios del siglo 20  y que hoy se elaboran también de otros ingredientes, como chocolate o amaranto.

El alfeñique también se usa para hacer otras figuras de Día de Muertos, como ataúdes, y durante todo el año con él se elaboran dulces en forma de frutas en diversas regiones del país.

Aunque tiene orígenes prehispánicos, en realidad, el Día de Muertos se ha enriquecido a través de los años con elementos de diferentes épocas, y quizá en ello radica que sea tan vigente y popular en la actualidad.

Y usted, ¿ya tiene sus calaveritas de azúcar para este año?

Por Carlos Tomasini (@carlostomasini)