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Tres vialidades de la Ciudad de México que antes eran ríos
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A pesar de que algunos de sus nombres hacen referencia a ello, hay chilangos que todavía ignoran que muchas de las vialidades en las que pasan gran parte de su tiempo todos los días, en otra época fueron ríos que terminaron cediendo al avance de la modernidad.

Aquí les contamos la historia de tres de estas vialidades. 

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Foto de internet

El lago y los ríos que lo alimentaban

Todavía a inicios del siglo 20, en la Ciudad de México existía una docena de ríos que representaban el único recuerdo de lo que fue un gran lago en cuyo centro y alrededores se asentaron importantes culturas prehispánicas.

Los ríos del Valle de México, a diferencia de otros que se encuentran en grandes ciudades del mundo, no tenían salida al mar, por lo que se trataban de escurrimientos provenientes de las partes montañosas que lo rodean y que terminaban formando un gran lago en la parte baja.

Suena poco romántico, pero el lago del Valle de México era, para fines prácticos, agua estancada.

Así que desde épocas prehispánicas se hicieron diversas obras hidráulicas en la región que, entre otras cosas, modificaron muchos de esos cauces de ríos con diferentes fines, como delimitar territorios o, en especial, evitar inundaciones.

Debido a esto, muchos de los últimos ríos que se podían ver hasta hace unas décadas en la Ciudad de México no tenían su cauce original, como el Río de la Piedad, y en vez de que circulara por ellos agua cristalina, para esas alturas ya eran verdaderos depósitos de agua asentada que, además, se contaminaban aceleradamente debido al crecimiento de la urbanización.

De hecho, en esos días, frases como “deja que se lo lleve el río” eran comunes en muchas zonas de la capital cuando alguien quería deshacerse de algo.

La modernidad: entubar los ríos y construir avenidas

De esa forma, en la década de los años 30, los ríos representaban más problemas que ventajas a la ciudad, por lo que el gobierno decidió tomar una medida extrema, pero que en su momento era la más fácil: entubarlos.

Esa época coincidió también con el crecimiento de la Ciudad de México y el aumento en el número de automóviles, por lo que empezaban a ser necesarias grandes obras, como las vías rápidas.

En ese contexto, una de las personas más visionarias del desarrollo urbano de la época fue el arquitecto Carlos Contreras, quien proponía una serie de planes para que el crecimiento de la ciudad fuera ordenado, y uno de ellos era la creación de vialidades siguiendo los cauces de los ríos de la capital.

Viaducto

Como pasa siempre con todos esos planes, el proyecto original se modificó y luego se olvidó, pero lo primero que se construyó “inspirándose” en ellos fue la construcción del Viaducto.

Esta vialidad se realizó en el cauce de lo que era el río de la Piedad y en parte de los ríos  Tacubaya y Becerra, los cuales se entubaron y se quedaron al centro de la avenida. Sí, la pared central del Viaducto es un río entubado.

Otra curiosidad del Viaducto es que originalmente se proponía construir la vialidad sobre el río en vez de desaparecerlo, y en sus laterales circularía un sistema de transporte colectivo eléctrico. Evidentemente, eso nunca se llevó a cabo, al igual que en otros lugares, como el Periférico (¿o por qué cree que las laterales son tan pequeñas?).

Además, el Viaducto era originalmente de dos amplios carriles (¿le tocó?), pero en los 80 se decidió pintar un carril más en su parte central para que tenga los tres actuales en cada dirección.

La Viga

Otra importante vialidad que sigue el antiguo cauce de una vía fluvial es la Calzada de la Viga, la cual tiene el trazo de lo que fuera el Canal de la Viga, que era una vía de comunicación importante desde la época prehispánica hacia zonas como Mixhuca.

Ya en la Colonia era vital para traer víveres al centro de la ciudad desde las zonas en donde se producían, como Xochimilco o Chalco. Y en el siglo 19 y parte del 20, era un punto de recreación en el que muchos capitalinos pasaban el fin de semana.

En los años 30, con todas las modificaciones que se hicieron a los ríos de la ciudad, el Canal de la Viga empezó a secarse, hasta que se convirtió en una gran masa de agua estancada, poco profunda e insalubre, permaneciendo así durante varios años, hasta que fue rellenada y pavimentada para ser una avenida.

En los 80, con el nuevo plan de vialidad de la época, se convirtió en el Eje 2 Oriente.

Churubusco

Después de que se desecó el Valle de México durante la Colonia, se formó un cauce artificial que recibía aguas de ríos como el Magdalena y el Mixcoac, que bajaban de las partes altas del occidente de la ciudad y que seguía parte de lo que fuera la ribera sur del lago de Texcoco.

Técnicamente, el río Churubusco todavía existe y está entubado también en su mayor parte; corre por debajo de la vialidad desde los años 60, cuando se empezó a construir el Circuito Interior.

También forma parte del plan original de vialidades propuesto por el arquitecto Carlos Contreras, aunque –sí, adivinó– tampoco se respetó el plan original.

En la actualidad existen propuestas para desentubar varios de los antiguos ríos de la ciudad, para lo cual primero tendrían que hacerse grandes obras para, por ejemplo, tratar el agua residual de la ciudad, y después para modificar la infraestructura urbana ya existente. Sería algo muy complicado y caro, pero no imposible.

Estos son solamente tres ejemplos de vialidades de la Ciudad de México que corren por antiguos ríos, ¿qué otro conoce?

Tres vialidades de la Ciudad de México que antes eran ríos - cleardotPor Carlos Tomasini (@carlostomasini)Tres vialidades de la Ciudad de México que antes eran ríos - cleardotTres vialidades de la Ciudad de México que antes eran ríos - cleardot