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Solución salina podría frenar expansión del COVID-19 en persona contagiada, sugiere estudio
Atención de paciente COVID-19 en hospital. Foto de Mufid Majnun / Unsplash

Una simple y económica solución salina podría frenar la diseminación del COVID-19 en la persona contagiada y reducir las posibilidades de una inflamación más severa, según un estudio preliminar realizado en Brasil.

Las investigaciones señalaron que una solución de cloruro de sodio al 1.5 por ciento impidió la replicación del coronavirus en un 100 por ciento en células renales de un mono, mientras que el mismo producto con una concentración al 1.1 por ciento inhibió la duplicación del virus en 88 por ciento, en pruebas realizadas con células epiteliales infectadas de pulmón humano.

Si se demuestra la eficacia en ensayos clínicos, el hallazgo puede contribuir al desarrollo de nuevas estrategias profilácticas o incluso tratamientos para el COVID-19.

El estudio —publicado en la revista ACS Pharmacology & Translational Science— fue adelantado por científicos de la Universidad de Sao Paulo, con el apoyo de la Fundación de Apoyo a la Investigación en el Estado de Sao Paulo (Fapesp).

De acuerdo con los investigadores, aunque la evidencia sugiere que el uso de solución salina inhibe la replicación del virus, el hallazgo no representa una protección total contra la infección, y mucho menos una cura para la enfermedad.

“Se trata de una medida muy sencilla y económica, ya utilizada como profilaxis de otras enfermedades respiratorias y que podría minimizar la gravedad del COVID-19 al reducir la carga viral”, señaló Cristiane Guzzo, una de las investigadoras, citada en un comunicado.

La solución “hipertónica de cloruro de sodio” se ha utilizado como una medida preventiva adicional en casos de gripe, bronquiolitis, rinitis, sinusitis y una variedad de problemas de las vías respiratorias.

Según la experta, el producto analizado podría incorporarse a los protocolos actuales de seguridad contra COVID-19, sin sustituir el uso de cubrebocas, el distanciamiento social o la necesidad de vacunación.

Los investigadores sugieren probar dos tipos de uso de la solución salina en las pruebas clínicas, dependiendo la necesidad.

La primera es usarla en forma de aerosol nasal, para prevención en las vías respiratorias -que son la puerta de entrada de COVID-19- y que podría ser utilizado por personas que están con mayores posibilidades de contagio del virus.

Las nebulizaciones son el segundo método recomendado por los expertos, pues con ellas se administra el suero directamente al pulmón.

Con información de EFE