Bienvenido a Longyearbyen, la ciudad más septentrional del planeta donde está prohibido morir o nacer
En Longyearbyen, capital del archipiélago noruego de Svalbard, (ubicada a mil kilómetros del Polo Norte) están prohibidos los entierros porque los cadáveres no se descomponen en el permafrost (subsuelo formado por una capa de hielo permanente congelado).
Investigadores han descubierto que los virus en los cadáveres enterrados pueden preservarse durante años, aún cuando en los meses de verano la capa superior de hielo se descongele.
Por esta razón no está permitido realizar entierros, únicamente trasladar los restos mortales a la capital de Noruega. Tampoco cuentan con hospitales con el equipo necesario para tener partos, por lo que las mujeres embarazadas deben viajar a Oslo unas semanas antes del nacimiento de sus hijos.
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Aquí viven poco más de dos mil personas, muchas de ellas se dedican a realizar investigaciones sobre el cambio climático, el clima extremo en las zonas del polo norte, así como de la fauna y flora de este lugar.
Tienen permiso de portar armas por la presencia de osos polares. Hay un aeropuerto con vuelos directos a las ciudades noruegas de Tromso y Oslo.