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¿Sin plan para Semana Santa? Visite las 7 casas en el Centro Histórico
Foto de internet

Una de las tradiciones de Semana Santa más arraigadas entre los católicos mexicanos es “la visita de las siete casas” que se lleva a cabo cada Jueves Santo; sin embargo, aunque usted no profese esa religión, puede ser un buen pretexto para pasear por el Centro Histórico de la Ciudad de México.

Lo que recuerdan los católicos en esta tradición es el recorrido que realizó Jesús tras ser capturado y durante el cual visitó a diferentes autoridades para, al final, ser condenado a muerte en la cruz.

Es importante aclarar que esto se trata de una tradición y no de una obligación para todos los católicos, y cualquier persona que la realice puede aprovechar para conocer un poco más de la historia de la Ciudad de México. Es por ello que aquí le proponemos un recorrido para que vaya preparando un buen plan.

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1. Templo de San Hipólito y Casiano

Edificado en 1521, este es uno de los templos más antiguos de toda América. Se localiza en la esquina de Paseo de la Reforma con Avenida Hidalgo (contraesquina de la Alameda Central, cerca del Metro Hidalgo) que, durante los primeros años de la Colonia, era prácticamente la entrada a la Ciudad de México. Esta iglesia es más conocida por ser el lugar en donde se venera a San Judas Tadeo, especialmente cada 28 de octubre.

2. Iglesia de San Juan de Dios

La Avenida Hidalgo es parte de lo que fue la primera calle del Continente Americano, la cual todavía empieza en el Zócalo, continúa por la calle Tacuba y se extiende prácticamente hasta la zona de Cuatro Caminos con diferentes nombres. Si sigue por ella unos cuantos metros (en dirección al Zócalo), se encontrará con esta iglesia construida a principios del siglo 18 y que, junto con el Museo Franz Mayer, forma parte de un complejo que ha sido utilizado para muchas cosas como, por ejemplo, un hospital de prostitutas.

3. Iglesia de la Santa Veracruz

De frente, cruzando una pequeña plaza –que posiblemente esté llena de vendedores ambulantes– y que ha servido de locación para diferentes películas, como “Los Caifanes” (dirigida por Juan Ibáñez en 1967 y protagonizada por Enrique Álvarez Félix, Julissa y Óscar Chávez, bueno, hasta Carlos Mosiváis hace un pequeño papel) se localiza una iglesia que fue mandada a construir –dicen– por el propio Hernán Cortés en agradecimiento por haber desembarcado con bien en Veracruz en 1519. La construcción que permanece hasta la fecha data del siglo 18.

4. Templo y exconvento de San Francisco

Puede cruzar la calle, admirar el Palacio de Bellas Artes y echar un ojo al Palacio Postal (si está abierto puede, por ejemplo, jugar con sus niños a identificar qué partes de éste aparecen en la película “Coco”). Siga hacia la calle peatonal de Madero y, a unos pasos de la Torre Latinoamericana encontrará este lugar que llegó a ser uno de los sitios religiosos más grandes de toda América después de su construcción en 1525, aunque el templo que permanece hasta ahora fue levantado varios años después. Como dato curioso, durante la época prehispánica, en ese terreno y sus alrededores se encontraba, según algunos historiadores, el zoológico de Moctezuma, en el cual vivían decenas de animales exóticos y, según se cuenta, hasta alguno seres humanos.

5. Iglesia La Profesa

Siguiendo por Madero, en la esquina con Isabel La Católica encontrará este templo que, en realidad, se llama “Oratorio de San Felipe Neri”. Su arquitectura es de origen barroco y data del siglo 18. Como dato curioso, durante la Guerra Cristera, que se vivió en México entre 1926 y 1929, esta iglesia fungió como catedral provisional debido a que la Catedral Metropolitana fue cerrada. Al salir de ahí, continúe nuevamente por Madero, levante la vista y admire los dos relojes que hay en la parte alta de dos edificios (uno frente a otro): el primero es el de la joyería La Esmeralda, que data de 1892, y el segundo es de 1906 y se encuentra en lo que hoy es el Museo del Estanquillo. Hasta inicios del siglo 20, no era común que todas las personas llevaran consigo un reloj, así que los relojes públicos eran de gran utilidad y por eso se colocaban en diferentes lugares céntricos.

6. Catedral Metropolitana

Hablando de relojes, el más importante era –y sigue siendo– el de la Catedral Metropolitana, el cual verá en cuanto llegue al final de la calle de Madero, al lado izquierdo del Zócalo. Este gran templo tardó en construirse unos 240 años (de 1573 a 1813) por distintas razones, como los problemas de presupuesto, movimientos sociales y cambios de gobierno. Sus torres miden 67 metros y, por si no lo había notado, la parte más alta de éstas tienen forma de campana. Su arquitectura es una mezcla de estilos neoclásicos y barrocos y su interior está lleno de diferentes curiosidades, como la tumba de Agustín de Iturbide, primer emperador de México y uno de los más importantes próceres de la Independencia.

7. Templo de Santo Domingo

Saliendo, diríjase a la calle de Brasil, camine hacia la Plaza de Santo Domingo y a su paso se encontrará construcciones históricas, como la antigua sede de la aduana o la de la Inquisición, además de los portales de donde salen miles de títulos apócrifos e invitaciones para bodas o XV años. Pero más adelante encontrará este templo barroco del siglo 18, uno de los más interesantes de todo el Centro Histórico y donde se encuentran los restos de Pedro de Moctezuma, uno de los hijos de Moctezuma II, quien muriera en 1570. Por cierto, pocos saben que el verdadero nombre de la Plaza de Santo Domingo, la cual verá nuevamente al salir y que ha sido locación de películas como “El Callejón de los Milagros” (dirigida por Jorge Fons y protagonizada por Salma Hayek) en realidad se llama “Plaza 23 de Mayo”, en honor a los estudiantes que lucharon por la autonomía de lo que hoy es la Universidad Nacional Autónoma de México.

Ahora que ya terminó el recorrido, puede pasar a comer, según su gusto y presupuesto, a la Hostería de Santo Domingo, el Hostal Catedral, el Café Tacuba, el Café La Blanca, la Casa del Pavo, Pasagüero, el Sanborns de la Casa de los Azulejos o a cualquier otro lugar que se le antoje por ahí.

Lo recomendable es iniciar estas visitas muy temprano por la mañana para evitar aglomeraciones y disfrutar mucho más de su recorrido. Si le teme a las aglomeraciones, no lo haga después del mediodía. Que disfrute de la Ciudad de México.

 Por Carlos Tomasini (@carlostomasini)