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Robots podrían satisfacer el deseo sexual de las personas
Foto de Rootnotion

Pese a que en la literatura, así como en series o películas, han tocado el tema de las relaciones sexuales entre seres humanos y robots, un grupo de científicos acaba de descubrir un importante problema al respecto, la falta de datos científicos en ese sentido.

Noel Sharkey, profesor de robótica e inteligencia artificial de la Universidad de Sheffield dijo que “se trata aún de un tema muy nuevo y definitivamente necesitamos ciencia sobre el tema. Ya hay unas cuantas compañías que desarrollan robots para el sexo y queríamos estudiar la cuestión sin entrar a opinar para desarrollar un documento que tal vez pueda ser útil para que los políticos puedan ver lo que está pasando realmente”.

Robots podrían satisfacer el deseo sexual de las personas - robot-persona
Foto de FayerWayer

En un documento titulado “Nuestro futuro sexual con los robots”, el científico hace un recorrido por los artículos escritos al respecto, la gran mayoría escritos por filósofos y sociólogos, así como por periodistas y en algunos casos trabajadores sexuales.

Sin embargo, aún en esos casos las investigaciones arrojan resultados contradictorios, donde desde un 7 por ciento hasta un 75 por ciento de los encuestados aceptaría tener relaciones sexuales con un robot. Curiosamente, los hombres suelen ser los más dispuestos a experimentar las relaciones sexuales con los robots.

La mayor parte de la información se obtuvo en EE UU, Alemania, Reino Unido y Holanda, pues no existen estudios en otros países y se da por hecho de que estará prohibido en otros países.

Asimismo, los científicos estudiaron los cuatro robots sexuales que existen en la actualidad, los cuales cuestan entre 5 y 15 mil dólares, sin embargo en la actualidad tienen una personalidad muy limitada y un funcionamiento muy básico. Además, tienen a tratar a las mujeres como objeto o un producto, como sucede actualmente con la industria porno.

El estudio también baraja la posibilidad de que se usen con fines de terapia, algo que sin embargo genera controversias. Un caso real es el del japonés Shin Takagi, un pedófilo confeso que actualmente tiene una empresa que fabrica muñecas sexuales con forma de niña, aduciendo que de esa forma la gente puede expresar sus deseos sin romper la ley, evitando vivir con sus deseos reprimidos.

Finalmente, Sharkey reconoció que en cinco o 10 años difícilmente habrá robots que imiten de una manera aceptable a una compañía real, independientemente si esta es sentimental o sexual, sin embargo el avance de la tecnología hace que la pregunta valga la pena.

“Es posible que todo este mercado quede reducido a un nicho dedicado a una minoría fetichista, pero también existe la posibilidad de que el sexo con robots cambie nuestra forma de relacionarnos y se convierta en la norma. Hay demasiada incertidumbre y lo que necesitamos es mucha más ciencia sobre el tema”, concluyó.

Con información de El País