Elecciones 2024
Elecciones 2024
¿Por qué se usa uniforme en la escuela?
Foto de Notimex.

Las primeras instituciones educativas en el mundo que instauraron el uso de uniformes tal y como los conocemos hoy en día fueron las religiosas, principalmente durante el siglo XIX.

Desde varios siglos antes, las diferentes órdenes religiosas usaban atuendos para diferenciarse entre sí, por lo que en sus escuelas implantaron una regla similar con la intención de evitar la distinción de las clases sociales entre sus alumnos.

De esta manera, al tener todos la misma vestimenta, se intentaba que prevaleciera la igualdad entre ellos. Esa costumbre llegó a México junto con las escuelas de las órdenes religiosas.

Inspiración socialista

En México, el sistema educativo público data de los tiempos posteriores a la Revolución, y en la década de los años 30 se introdujo el uniforme escolar a la usanza de los países socialistas.

De hecho, durante el mandato de Lázaro Cárdenas se modificó el Artículo 3 de la Constitución para que la educación en México fuera socialista.

La educación que impartirá el Estado será socialista, y además de excluir toda doctrina religiosa combatirá el fanatismo y los prejuicios”, se leía en el artículo que permaneció vigente hasta 1945. Nunca se cumplió totalmente, pero durante más de 10 años México tuvo oficialmente educación socialista.

Ese sistema educativo detonó la adopción de los uniformes escolares en la mayoría de las escuelas públicas de México, aunque no se popularizó sino hasta la década de los 60. De hecho, es común ver en películas clásicas de “La Época de Oro del Cine Mexicano” que los niños de las escuelas populares no usaban uniforme.

Durante varios años, el uso de uniforme era más característico de las escuelas privadas de varias entidades del país, por lo que también era un símbolo de estatus. Pero años después, era más bien un símbolo para aquellos niños y jóvenes que lograban acceder a la educación.

Desde hace décadas que no es obligatorio

En los años 60 se hicieron importantes reformas a la educación en el país y se definió mejor el uso de uniformes en las escuelas.

Por ejemplo, los diseños tradicionales de uniformes que hasta hoy se usan en las secundarias de la Ciudad de México datan de aquella época; para los 70, prácticamente todas las escuelas públicas y privadas del país los usaban.

Para finales de los años 80, el uniforme escolar dejó de ser obligatorio; sin embargo, tanto las Secretaría de Educación Pública como los padres de familia optaron por mantener su uso ya que era más económico y así prevalecía su característica inicial: borrar cualquier diferencia social al interior de las escuelas.

Así que desde entonces, la SEP recuerda cada año que el uniforme escolar no es obligatorio, aunque siempre “recomienda su uso”.

En las escuelas privadas

Para las escuelas particulares, la SEP también establece reglas sobre el uso del uniforme.

Su uso sigue sin ser obligatorio en ese tipo de instituciones y, si es el caso, se pueden comprar en cualquier parte y nadie puede obligar a adquirirlo en un lugar determinado. Asimismo, la SEP establece que no se debe prohibir el servicio educativo a algún alumno que no lo porte.

La SEP también Indica claramente a los prestadores particulares de servicios educativos que los modelos de los uniformes deben permanecer vigentes al menos cinco años.

¿Sí es barato?

La compra de uniformes sigue siendo la forma preferida de los padres y tutores para ahorrar en el vestido de sus hijos para ir a la escuela.

El año pasado, la Procuraduría Federal del Consumidor informó que el precio para uniformes oscilaba entre 336.90 y 1,829 pesos para niñas, y entre 336.90 y 1,902 para niños. Esto representa un ahorro importante para muchas familias.

Además, en algunas entidades, como Yucatán, inclusive se ha sugerido el uso de trajes típicos como uniforme escolar con el fin de mantener vivas las tradiciones locales. Sin embargo,

Así que esta es la historia y las razones por las que en México se acostumbra usar uniforme escolar, que ahora, casi un siglo después, por fin será incluyente.

Con información de Carlos Tomasini