Por lo general, estos incidentes ocurren en partes de nuestro cuerpo que son las más sensibles, como los dedos, los labios o la lengua
Cortarse con papel accidentalmente es una de las cosas que resultan más dolorosas para las personas.
Hay una variedad de razones que explican la razón por la cual duelen tanto estos cortes, por lo que Gabriel Neal, profesor Asistente Clínico de Medicina Familiar en la Universidad Texas, reveló algunos datos sobre estos incidentes.
Por lo general, ocurren en partes de nuestro cuerpo que son las más sensibles, como los dedos, los labios o la lengua.
Las redes nerviosas de estas partes del cuerpo pueden elegir con excepcional claridad y especificidad sensaciones de presión, calor, frío y lesiones. Nuestros cerebros incluso tienen áreas especializadas para recibir señales provenientes de estas partes con gran intensidad.
Las exquisitas habilidades sensoriales que hacen que nuestros dedos, labios y lengua sean tan buenos en lo que hacen normalmente, también hacen que las lesiones sean aún más dolorosas.
Estas mismas áreas altamente sensibles también son partes que utilizamos todo el tiempo. Los cortes en los dedos, los labios y la lengua tienden a reabrirse durante todo el día.
Finalmente, la profundidad de la herida es perfecta para exponer y excitar las fibras nerviosas de la piel sin dañarlas. En contraste, una herida más profunda puede dañar gravemente las fibras nerviosas y afectar su capacidad para comunicar el dolor.
Con un corte de papel, las fibras nerviosas se encienden y están en pleno funcionamiento.
Para tratar una cortadura de papel, es importante lavar el corte lo más pronto posible con agua y jabón; esto con el objetivo de reducir la posibilidad de infección y ayudar a que la herida cierre rápidamente.
Es primordial mantener la herida limpia y, de ser posible, cubrirla con una pequeña venda para evitar la reapertura.
Hombre casi muere por un corte de papel
Un pequeño corte de papel casi le costó la vida a Michael Berger en 2016 después de que se infectó y quedó en coma durante tres semanas.
El hombre de 46 años, de Nueva Jersey, tuvo una probabilidad del 50 por ciento de supervivencia cuando fue golpeado por la sepsis, una respuesta tóxica a una infección que puede conducir a una falla orgánica rápida.
Berger fue ingresado en un coma inducido médicamente en el Hospital Kennedy de Cherry Hill, donde el programa Sepsis, reconocido a nivel nacional, le salvó la vida.
“Me asusté muchísimo”, le dijo Berger a CBS Philadelphia. “No puedo creer que haya sido yo”, recuerda, mirando una foto de sí mismo conectado a un respirador en su cama de hospital.
Con información de Daily Mail
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