
Marisol Robles escribió en su blog cómo se ha visto obligada a pedir ayuda para poder conseguir el trasplante de riñón que tanto necesita
Marisol Robles es una de las tantas personas que se ha visto obligada a buscar un donante, en su caso de riñón, para poder continuar con su vida.
A través de su blog personal, Marisol compartió su historia y cómo es que, a pesar de ser una persona que siempre ha intentado ser autosuficiente, ha tenido que pedir ayuda para poder salir adelante.
A continuación, la publicación íntegra, así como las formas de ayudar a Marisol a conseguir el trasplante:
Han sido días difíciles, de sentimientos encontrados, lo que parecía estar resuelto no lo estaba. Ni siquiera tengo muy claro cómo escribir este post porque si algo me cuesta trabajo es pedir ayuda, siempre he intentado ser autosuficiente, pero supongo que esta es la última tarea que debo enfrentar antes de recibir mi riñón compatible.
La posibilidad de que el trasplante sea en México se desvaneció ayer, y no es que no exista la disposición por parte del hospital sino que no hay tiempo para hacer los trámites necesarios para que el órgano pueda llegar sin ningún riesgo hasta mí. Hallar un riñón compatible conmigo era todo un milagro por la cantidad de anticuerpos que tengo, mis probabilidades de encontrar uno eran de 6%, en toda la lista de donantes no compatibles hay uno solo que funciona para mí y sucedió. Es decir, la parte más compleja está resuelta: la generosidad de Yuyi me permitió estar en la lista de donantes no compatibles, los avances de la ciencia permitieron que existiera un algoritmo que encontró un riñón para mí, tengo al mejor equipo de doctores para lograrlo, ahora solo falta que la logística termine de cuadrar. La cosa es que vamos contra reloj porque el donante sólo tiene disponible la semana del 25 de septiembre, el trasplante no puede retrasarse. Y tiene que ser en Estados Unidos porque el órgano no puede entrar a México.
Nosotros tenemos un ahorro para pagar el trasplante en México que cuesta entre 200 y 300 mil pesos, porque ya no queda nada de mi seguro de gastos médicos mayores y hemos ido guardando cachitos para cuando llegara ese día. Desde el miércoles en la cena con Michael Rees y mis doctores ya veía yo la preocupación porque las cosas aquí iban a un ritmo diferente al necesario para que la operación fuera posible en el Hospital de Nutrición. El jueves después de las reuniones en el hospital y evaluar riesgos se decidió que fuera en Ohio, eso implica que se tienen que reunir 100 mil dólares en dos semanas para pagar el trasplante allá. Yo le pregunté a Michael Rees que cómo podía ayudar, que qué hacíamos y hoy me llamó para decirme que él empezaría una campaña de recaudación para mi trasplante pero que si me unía pidiéndole a mi familia y amigos que se sumaran, más pronto conseguiríamos el dinero.
Y aquí estoy ahora, abriéndome a esa posibilidad. La verdad es que en esta larga larga carrera de cinco años, muchos de mis amigos han donado cuando he estado en el hospital (mis hadas de la sed, gracias por hacer magia) y siempre me están preguntando cómo ayudarme económicamente. Fui educada para resolver mis problemas de manera autónoma, para ser fuerte, para poderlo todo, la insuficiencia me ha enseñado que no siempre es así y que eso también está bien. Entonces cada vez que alguno de mis amigos se acercaba a preguntarme si necesitaba ayuda yo casi siempre decía que todo estaba bajo control. Hoy sé que no es así.
Hace cinco años asumí que tenía un riñón de mi hermano y que era todo lo que necesitaba y no fue así, no funcionó y aprendí un montón de lecciones, duras, pero amorosas. Así ahora, pensé que al tener el riñón compatible ya todo estaba resuelto y descubro que no es así, que necesitamos un poco más para que sea realidad. Quiero pensar que este último jalón solo es un pretexto para que la cadena de amor y generosidad sea tan grande que no exista fallo ninguno, quiero pensar que el tropezón sucede ahora para que el camino se despeje y podamos festejar pronto, quiero creer que esto es parte de curtirse siendo pionero. Y aquí estoy entrenándome en pedir, en no sentir culpa en ello, abriéndome a recibir y a confiar en que merezco este cambio de vida.
Entonces a todos mis amigos queridos, el que se quiera sumar a hacer posible el milagro, pueden ayudarme depositando lo que puedan, de pesito en pesito se llenará el jarrito. Dejo acá abajo el número de cuenta y si quieren enviarnos su nombre para que podamos corresponder con un regalo simbólico, porque no tengo cómo pagar tanta generosidad más que con poemas, cuadros y mi compromiso de tener una buena vida, gracias todas.
Cuenta bancaria:HSBC 6248894711
CLABE: 021180062488947114
José Cuauhtémoc Rodríguez Sevilla
O vía PayPal a: José Rodríguez Sevilla
temoc65@gmail.com
También hay un sitio para que puedan compartir y sumar todo lo sumable.http://www.donaamarisol.com
De corazón, gracias, gracias, gracias. Hora de confiar, encomendarse y saber que ya falta menos.
Redacción