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Pediatras salvan la vida de una menor por WhatsApp

Dos médicas pediatras argentinas salvaron la vida a una bebé de un año y diez meses, y todo a través de WhatsApp. La menor y su familia se encontraban vacacionando en Punta Cana, República Dominicana, cuando el viaje se convirtió en un episodio de pesadilla. Apenas se había instalado en el hotel la familia, la bebé debió recibir asistencia tras sufrir una fuerte diarrea, la cual los médicos locales no acertaban en el diagnóstico.

Esto sucedió el 13 de febrero pasado cuando la familia Román, residente de la localidad de Comodoro Rivadavia, en Argentina, partió desde Buenos Aires hacia Punta Cana. En ese mismo día, Federica, de casi dos años, comenzó a tener diarrea. Ya en el hotel donde se hospedaron recibieron la asistencia del lugar, pero luego fue trasladada a una clínica de la localidad de La Romana.

Tamara Rial, madre de Federica, contó al medio local La Nación que “en La Romana nos dicen que Federica estaba deshidratada y que la iban a dejar internada para hacerle estudios e investigar a qué se debía la diarrea. Pensamos que era una pavada, le dije a mi marido que se fuera con Jazmín, la nena más grande, pero al otro día Federica no se despertaba”.

Un día después, a Federica le tuvieron que sacar muestras de sangre y diversos estudios, pero no le diagnosticaban nada hasta la tarde. “Nos dijeron que tenía amibas, pero nos hizo ruido porque Fede fue desde Argentina con el problema y esa enfermedad es típica de allá”.

Tras recibir ese diagnóstico, Tamara se puso en contacto, a través de su hermano que vive en una localidad bonairense de San Pedro, con dos pediatras de esa ciudad: Liliana Doldán y Francisca Urrutia.

“Ellas nos dicen que no es una ameba y se comunican con la pediatra de la clínica de La Romana. Vuelven a sacarle sangre, le dan los valores a Liliana y nos responde que es Síndrome Urémico Hemolítico. Cuando nombramos esta enfermedad en la clínica nos responden: ‘acá se medican y los nenes salen como si nada’. Eso no es así por lo que nos dimos cuenta de que no sabían de qué se trataba”, explicó Rial.

El periplo por hospitales

De ahí, Federica fue trasladada en ambulancia a la capital (Santo Domingo) en un viaje que duró dos horas. Allí internaron a la menor en la clínica privada Corazones Unidos donde la doctora Michelle Aimee Romero Licairac empezó a estabilizar a la pequeña, que luego fue trasladada al Hospital de Santo Domingo, donde continuó internada. Ahí le le hicieron diálisis, transfusiones y le regularizaron los valores.

Unos cuatro días después, habilitaron a Federica y dieron su aprobación para que volviera a Argentina. Así, junto a su familia retornó al país en un avión sanitario y ya la esperaban en el Hospital Italiano, donde fue internada en terapia intensiva.

“La atención fue increíble pero si no hubiera sido por Lili y por Fran hoy Federica no estaría. Estuvimos constantemente en contacto con ellas, volvimos con mucho miedo, cuando llegamos a Argentina nos dijeron: ‘ya está, olvídense de todo lo que pasaron'”, señaló la madre.

Seis días después, un sábado, Federica fue dada de alta y al día sigueinte los Román viajaron a San Pedro para encontrarse y conocer a las pediatras. “Cuando nos vimos fue un abrazo increíble, fue como si nos hubiéramos conocido de toda la vida”, dijo Tamara.

Las médicas aseguraron no querer reconocimiento y solo dijeron a la familia que ellas hicieron su trabajo. Sin embargo los Román están eternamente agradecidos como así también con toda la sociedad de Comodoro Rivadavia que se unió en cadenas de oraciones y a través de mensajes y redes mostraron su constante preocupación.

Emoción en Facebook

Aunque Liliana Doldán y Francisca Urrutia prefirieron mantener el perfil bajo y subrayaron en su círculo íntimo que lo que hicieron fue su deber, Doldán se tomó unos minutos para escribir en Facebook lo que sintió.

“Estoy muy emocionada con todo lo ocurrido, y leer tantos mensajes dichos desde el corazón me gratifican. Disfrutó siendo pediatra, no es ningún sacrificio para mí. Lo que me tocó vivir fue algo muy raro, lo extraño de todo esto es que no nos conocíamos con Federica, pero la circunstancias hicieron que nos involucrásemos para evitar consecuencias fatales. El Síndrome Urémico Hemolítico es una enfermedad grave que los pediatras argentinos estamos acostumbrados a diagnosticar y manejar. En Punta Cana no, porque no es una enfermedad prevalente en esa zona. Pero a pesar de eso en la ciudad de Santo Domingo intervinieron excelentes profesionales que le salvaron la vida a Federica. ¡¡Gracias a ellos también por entregarse a esta profesión!!”

El Síndrome Urémico Hemolítico es una enfermedad grave causada por una bacteria productora de una toxina, que suele estar presente en los alimentos y en el agua.

Afecta principalmente los riñones, la sangre y el intestino, y es la primera causa de insuficiencia renal aguda en menores de 5 años, y la segunda por la que los chicos requieren un trasplante renal.

La forma más frecuente de contraer la enfermedad es a través de la ingesta de alimentos contaminados con la bacteria Escherichia coli por lo que para prevenirla se recomienda, entre otras cosas, respetar la cadena de frío tanto en las carnes como en los lácteos, mantener las manos en completa higiene, cocinar los alimentos a una temperatura mayor a 70°C, no usar los mismos cubiertos para carne que para verduras, y guardar las cosas envueltas en plásticos adherentes de cocina, así como lavar adecuadamente frutas y verduras.

Con información de La Nación