La OPS considera que la pospandemia es el momento perfecto para invertir más recursos en salud mental
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) pidió a los gobiernos de la región dar prioridad a la salud mental en la recuperación de la pandemia de COVID-19, con mayor financiación para programas de prevención especialmente dirigidos a las comunidades más vulnerables.
Los problemas de este tipo, como la depresión, la ansiedad o el estrés, se han cebado de manera desproporcionada con las personas tradicionalmente excluidas del acceso a cuidados mentales, como las mujeres o las minorías raciales, recordó la vicepresidenta de Costa Rica, Epsy Campbell Barr.
Campbell Barr será la directora de la nueva Comisión de Alto Nivel de Salud Mental y COVID-19 del organismo, presentada en un evento virtual desde Washington, donde se encuentra la sede de la OPS.
“El confinamiento, el cierre de las escuelas, el teletrabajo y el cuidado a los diferentes integrantes de la familia ha significado una presión adicional para las mujeres”, defendió Campbell Barr.
Jóvenes sin clases, mujeres sin trabajo
La directora de la iniciativa, que prevé organizar al menos tres reuniones virtuales a lo largo del año para desarrollar un informe que sirva de guía para las instituciones del continente, se refirió también al impacto que ha supuesto para los jóvenes verse repentinamente privados de ir a la escuela.
Néstor Méndez, copresidente de la comisión, detalló que a comienzos de 2021 todavía quedaban cerca de 140 millones de niños y niñas que no podían ir presencialmente a clases en toda América, y a los que no se les permitió hacerlo hasta comienzos de 2022.
Según Méndez, esta situación ha provocado que muchas mujeres se vieran forzadas a abandonar sus trabajos. Además, se han visto más expuestas a la violencia machista, que ha aumentado durante los confinamientos.
Por eso, ambos directores pidieron a los gobiernos invertir más en programas de prevención de la violencia hacia las mujeres y la recuperación de sus víctimas, y no enfocarse solo en las medidas de respuesta.
“Ahora estamos en lo que podríamos llamar pospandemia. Estamos mirando cómo se abren esas puertas”, dijo Campbell Barr, por lo que es el momento perfecto para invertir más recursos en salud mental, algo que, según la directora de la comisión, serviría además para reducir costos en otras áreas sanitarias.
Más de 2 millones de muertes
Méndez recordó que el COVID-19 ha tenido un impacto especialmente grave en América: más de dos millones de personas han muerto en el continente, cerca de 40 por ciento de las muertes totales en el mundo.
También se refirió al estigma que en muchas regiones del hemisferio se asocia con los problemas de salud mental. “Esta estigmatización no es solo un obstáculo, sino que afecta a las condiciones de acceso a los servicios” que estas personas necesitan, dijo el beliceño.
Además, los prejuicios se ceban con las personas en situación de vulnerabilidad, como los enfermos crónicos, las personas con discapacidad o las minorías raciales y sexuales, quienes se enfrentan a “mayores riesgos de sufrir problemas de salud mental”.
Estas son, sin embargo, las personas que menos acceso tienen a la atención sanitaria, por lo que la OPS sugiere aprovechar la recuperación de las economías y sistemas sanitarios para poner en marcha un cambio de paradigma.
Sin acceso a tratamiento
El director del Departamento de Enfermedades Mentales y No Transmisibles de la organización, Anselm Hennis, detalló algunos de los problemas a los que tradicionalmente se enfrenta el continente en asuntos de salud mental.
“Cerca de 90 por ciento de la gente (con estos problemas) no recibe tratamiento”, dijo, y en especial las personas con problemas graves. Además, 28 por ciento de las estancias en centros de salud mental superan los 5 años de duración.
Una de las razones citadas por Hennis es la falta de gasto en Sanidad en la mayoría de países del continente. De hecho, el gasto medio de muchos gobiernos americanos no supera 3 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), lejos del objetivo de 6 por ciento ciento que recomienda la Organización Mundial de la Salud.
El experto animó a todos los que quieran participar en la iniciativa que visiten la página web de la comisión, que permitirá comunicarse con los miembros del grupo, que incluirá expertos regionales y representantes de comunidades indígenas y vulnerables.
Con información de EFE