La mujer aseguró que nunca se percató de su condición debido a que no sufrió ningún síntoma especial que le llevara a pensar en un embarazo
Ally Opfer, una entrenadora de porristas de Cleveland, descubrió que estaba embarazada cuando entró en labor de parto, confundiendo esta condición con tener piedras en los riñones.
La joven explicó que unos cinco días antes de dar a luz se encontraba entrenando normalmente y que nunca se dio cuenta de su condición ni padeció ninguna náusea matutina o cansancio extra.
Explicó que el día que comenzó a tener dolores de parto los confundió con cólicos pero que en algún punto del día comenzó a tener mayores molestias por lo que decidió acudir a consulta.
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El médico, que tenía conocimiento de su padecimiento de piedras en el riñón, comenzó examinándola tratando de buscar alguna anomalía en ese sentido. Sin embargo, se llevó una sorpresa cuando encontró una “pequeña masa” en su abdomen.
Fue entonces que comenzó la alerta que provocaron que se le realizaran estudios que mostraron que se trataba de un bebé que estaba por nacer.
Así, lo que parecía ser una complicación de los riñones, se convirtió en un niño al que Opfer llamó Oliver y que, actualmente, tiene dos años.
Con información de People