Hay muchos contenedores plásticos que no deben ser introducidos en el microondas, porque pueden explotar o fundirse.
En la actualidad el microondas, junto con el refrigerador, es un electrodoméstico que habitualmente puede ser encontrado en prácticamente cualquier hogar mexicano, debido a su practicidad y eficiencia.
En los últimos años, su precio ha bajado sustancialmente, a la par que se han incrementado sus funciones. Los modelos actuales ya no solo calientan o descongelan, sino que prácticamente pueden cocinar por usted, sí sabe cómo usarlos.
Si usted lo desea, puede fundir chocolate, hornear, cocinar un pescado al vapor, e incluso cocer de manera rápida y sana cualquier verdura, solamente debe cubrirlá con papel plástico apto para soportar el calor.
Estos aparatos eléctricos han pasado a ser indispensables en nuestras vidas y por lo mismo también se les ve en las cocinetas o comedores de las empresas. Están ahí para aquellos empleados que cuidan su alimentación o que prefieren llevar su comida para ahorrar tiempo y dinero.
El funcionamiento de estos dispositivos es explicado por la Organización Mundial de la Salud: “las microondas son producidas por un tubo electrónico llamado magnetrón. Son reflejadas por las partes de metal de la cavidad del horno y absorbidas por el alimento. La uniformidad del calentamiento del alimento es usualmente asistido colocando al alimento sobre una plataforma rotatoria en el horno. Las moléculas de agua vibran cuando absorben la energía del microondas y la fricción entre las moléculas resulta en el calentamiento que cocina el alimento”.
Comúnmente se sabe que no deben ser introducidos elementos metálicos en ellos porque los arruinan, pero ¿sabía usted que la mayoría de los envases plásticos no están hechos para ser calentados de esta forma? Lea con atención el envase de su sopa instantánea y compruébelo.
Así es, la mayoría de los termos, o contenedores que se venden en México están hechos de un tipo de plástico que no debe ser expuesto a altas temperaturas de forma directa. Esto porque en contacto con el calor desprenden partículas plásticas, que son tóxicas, y que se mezclan con nuestra comida. Al final acabamos comiendo, día tras día, partículas que nuestro cuerpo no puede eliminar y que pueden afectarnos gravemente.
El mismo organismo internacional señala que “ciertos materiales, como plásticos no adecuados para el horno microondas, podrían derretirse o explotar en llamas si se recalientan. Las ondas no calientan directamente los contenedores de alimento que están diseñados para cocinar en microondas. Estos materiales usualmente se calientan solamente por estar en contacto con el alimento caliente”.
Con esto dicho, también hay que dejar claro que si usted cocina adecuadamente con su electrodoméstico, su uso y contacto es completamente seguro y la comida calentada en él es perfectamente segura y con el mismo valor nutricional que con otras cocciones.
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