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#LaPeorMamá Soy ese tipo de mamá
Foto de Archivo

¿Cuántos tipos de mamás han escuchado que existen? Cuando uno lee artículos, chismes, o lo que sea, se encuentra con muchos tipos. Aquí algunos:

Sobreprotectoras, controladoras, perfeccionistas, cómplices, afectuosas, autoritarias, fundamentalistas, helicóptero, obedientes, ausentes, tóxicas, etc.

Cada una tiene una descripción muy específica con sus pros y sus contras. Como todo en la vida.

Cuando leo la descripción de cada tipo de mamá siempre pienso:

“Sí, un poco. ¡Para nada! Obvio sí. Bueno, a veces…” para todas las descripciones. Porque creo que todas las mamás tenemos un poco de esto y aquello. Me mortifica pensar que nos etiquetemos y encasillemos en un solo tipo, porque quiere decir que hacemos lo mismo con cualquier persona, incluidos nuestros hijos.

Yo soy de esas mamás que llega a los juegos del club y lanza a los chamacos a jugar a su suerte. Voy a un restaurante con juegos y los abandono en los juegos porque así me dejan comer y platicar en paz mientras ellos se divierten, en lugar de preguntar mil veces cuando nos vamos. Hasta que alguien llora, ahí levantó la cabeza y si veo que no son mis hijos sigo en lo mío.

Soy de esas mamás que les cura las heridas a sus hijos con saliva y besos. Aunque siempre traigo árnica, la uso para alguien más porque a mis hijos no les encanta que les ponga. Eso sí, intento no decirles el famoso “no pasa nada” porque si les duele, sí pasa.

Soy de esas que prefiere que los problemas de los niños se arreglen entre niños. Me choca que los niños se anden acusando. En mi casa le va peor al que acusa que al que pega. Y no porque no esté mal pegar, pero los hermanos tienen que ser cómplices, no enemigos.

Soy de esas mamás que piensa que sus hijos son capaces de hacer cualquier cosa que se proponen, y normalmente les dejo intentar aunque nos lleve el doble de tiempo terminar de lavar los trastes, por ejemplo.

Soy también de las que piensa que es mejor que se den un trancazo para que aprendan que no se deben de aventar del sillón como Superman. Por más que uno les dice que es peligroso, ellos y todos los demás no escarmientan en cabeza ajena.

Soy la mamá que cuando ve que sus hijos traen mocos se los limpia con la mano y si no trae un pañuelo los embarra en la playera de los hijos, que de por si ya está bien sucia.

Soy la mamá que los fines de semana que vamos a alguna reunión los deja tomar refrescos y alimentarse únicamente de papitas.

Soy también la mamá que manda a sus hijos a la escuela siempre, la fiebre tiene que estar cañona para que falten. Eso de dejarlos faltar porque quieren no va conmigo.

Soy la mamá que los deja solos en la mesa haciendo la tarea porque es su tarea, no la mía. Aunque hay cosas que sí tengo que hacer yo, como escribir el discurso con el que van a participar en la oratoria, pero ahí no hay mucha opción aún.

Soy la mamá que los deja usar el iPad las dos horas que tienen libres en la tarde si eso es lo que quieren, o todo el fin de semana si así les parece; pero jamás hay una tablet en la mesa mientras comemos, no acepto que en un restaurante les presten una mientras yo como tranquila. La hora de la comida, desayuno o cena se hizo para convivir; bueno y para alimentarnos.

Soy la mamá que besa y abraza sin parar a sus hijos aunque no quieran, y que se derrite cada vez que alguno de ellos se acerca solo a dar alguno de los dos. Pero jamás les pido o exijo que le den un beso a alguien más. Para mí un “hola” es suficiente.

Soy una mamá súper gritona, bueno, en general siempre he sido gritona, pero como mamá me llevo las palmas; y es que me desespero bien rápido, a mí me encantaría que me obedecieran a la primera, porque sí, quiero que me obedezcan. He dado nalgadas y me he arrepentido, algunas veces no me arrepiento.

Soy una mamá que se la vive quejándose de sus hijos pero no puede concebir su vida sin ellos.

Soy la mamá que se preocupa porque no comen bien pero ya se canso de comer siempre lo mismo, y después se cansó de preparar comida especial para cada uno. Así que ahora si no quieren comer no comen.

Soy de esas que ve un berrinche en medio del centro comercial y quiere ir con la mamá del crío en cuestión a decirle “te entiendo, me pasa todo el tiempo”.

Soy una mamá que tiene pavor a meter la pata. Lo único que busco es que sean felices y que sean personas de bien, empáticas, amables y humildes.

Soy todo eso y mucho más, así como no soy un millón de cosas que tal vez debería de ser. Soy lo que creo que es mejor para mis hijos, para mi marido y para mí, porque yo soy primero. Ellos son mi vida, pero yo soy primero, y mi marido también tiene prioridad aunque a veces se me olviden estas últimas dos. Y por supuesto, estoy llena de fallas y me juzgo y desjuzgo mil veces al día. Hoy pienso que una cosa está bien y mañana tal vez haga lo contrario porque ya me di cuenta que me equivoqué.

En fin… soy una mamá que se construye todos los días y que no entra en ninguna de las categorías, pero entra en todas al mismo tiempo.

Tu ¿qué tipo de mamá eres?

Gracias por leer.