Aunque me gustaría que mis hijos no se enteraran sobre lo que sucede con Rusia y Ucrania agradezco que pregunten sobre la guerra
Por supuesto que ninguno es ajeno a lo que está sucediendo hoy con Rusia y Ucrania.
Todos nos enteramos, de una u otra forma, el día que Rusia comenzó a invadir Ucrania y los niños no son la excepción. Bueno, me refiero a los niños de más de 7 u 8 años.
Ya sea que hayan escuchado una plática, que vieron o escucharon por ahí alguna noticia, que algún compañero de la escuela les contó o que la maestra al arrancar la clase hizo una oración por la guerra; ellos se enteraron.
– Mami. ¿Cómo que hay guerra en Ucrania? – Me preguntó mi hijo de 9.
– Bueno pues el presidente de Rusia decidió invadir Ucrania y “pelear” con ellos por ciertas diferencias que tienen.
Dentro de mi mente solo escuchaba un: Ni siquiera yo sé bien que onda y este ya me está preguntando.
– Pero en las guerras hay armas, ¿verdad?
– Sí.
– Y bombas.
– También.
Y ya ven que mi hijo es bien pacifista.
– Mami. ¿Qué no pueden arreglar sus diferencias hablando?
– Pues sí podrían. La ONU intentó que así fuera pero no quisieron.
– No entiendo. ¿Por qué alguien quisiera estar en guerra?
– Mira mi amor. Honestamente no sé mucho de esas cosas pero te voy a decir lo que yo entiendo. Estos países tienen intereses muy diferentes. Ellos compiten por poder, riqueza y territorio. Se sintieron amenazados ambos países y están actuando de acuerdo a lo que ellos creen mejor para su respectivo país. En la historia de estos países hay muchas guerras y por eso ven en ella una forma de resolver sus problemas.
– Como los que arreglan sus problemas a golpes. No saben hacerlo de otra forma.
– Pues me imagino que algo así es.
– Cómo me gustaría que nunca más haya guerras. Las guerras dan miedo. Y se muere mucha gente que no tendría que morirse.
– Sí. A mí también me dan miedo las guerras. Me encantaría que no existieran.
Esta fue nuestra plática de la guerra y hasta ahora, semanas después, no se ha vuelto a tocar el tema. Ni por su parte ni por la mía.
¿Preferirá que no se enteraran? Claro, por qué hacer sufrir su corazón. Pero estamos en un momento en que, a menos que los encerremos en una burbuja, se enteran de todo. Yo agradezco que se acerquen a mí para que les explique, aún y cuando ni yo entiendo bien las cosas.
Gracias por leer
#LaPeorMamá