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#LaPeorMamá Fin de semana patrio
Foto de Archivo

Tengo que decirlo: Soy bien parrandera. ¿Qué les puedo decir? Me gusta la fiesta. Mis papás, pero sobre todo el jefe del hogar, están de testigos. A mí me encanta andar de aquí para allá en el ji ji ji ja ja ja. No, nunca fui de antro, sobre todo porque no me dejaban ir, pero eso es otra historia. A mí lo que me gusta es andar en el argüende casero. Amo tener gente en mi casa pero amo más que me inviten porque así no tengo que levantar tiradero. (Ay, sí lo escribí).

Hace casi un mes, salí a cenar con unas amigas y decidimos hacer un festejo patrio el viernes 14 porque el 15 todo mundo tenía compromisos, yo no, pero las demás sí. Un día me pregunta mi papá:

  • Chirris (sí, así me dice) ¿qué vas a hacer el 15?
  • Nada pa, tenemos festejo el 14 y creo que con eso será suficiente porque con esas amigas siempre me dan las 4 o 5 de la mañana.
  • Ay chirris, tu tan fiestera.

Corte A. Estando en el entrenamiento de fut una amiga le pregunta a la otra:

  • Entonces comadre ¿sí vas a hacer pozole?

Y esta vieja metiche (o sea yo, no la comadre)

  • ¿Me vas a invitar a comer pozole?
  • Sí, el 15 en mi casa, caigan si quieren.

Fue así como me hice de dos fiestas en un fin de semana. Hace años que no sucedía, sobre todo porque ya estoy medio vieja y ya no me recupero igual de las desveladas, porque nada tiene que ver que tome, jaja.

Nosotros no tenemos ayuda de planta o de quedada así que cargamos con los chamacos a cuanto lugar nos invitan, y normalmente hay muchos chamacos más. Así que allá vamos el viernes a la fiesta número 1. ¡Hombre! tremenda fiesta, tremendo pozole. Nos diluvió, nos mojamos, cenamos, nos secamos y ahí seguíamos. Mis hijos se durmieron entre 1 y 2 a.m. y a las 3 a.m. por fin convencí a mi marido de irnos. Estaba yo demasiado cansada y empecé a cabecear horrible, yo dije pero ¿qué necesidad? ¿para qué tanto problema? Ah no, ese fue Juanga. El chiste es que nos acostamos como 3:30 a.m.

Al otro día el hombre que hace favor de mantenerme se levantó a las 8 a.m. porque tenía partido de fut. ¡Háganme el favor! No sé como lo logró. Y yo, me quedé en mi cama profunda. Como a las 10:30 a.m. abrí el ojo y ví a #miniplausi profunda junto a mi. Me levanté y me encontré a mi primogénito muy metido en su cama con el clima prendido jugando con su iPad.

  • Buenos días.
  • Buenos días mami. Que bueno que ya te despertaste porque ya me había aburrido.

No tengo idea a que hora despertó. Supongo que como a las 9. Solo Dios sabe. Obviamente ese día estuvimos tirados en la cama viendo pelis y recuperándonos para la siguiente, la chamaca loca se levantó 11:30 a.m., el marido llegó del fut y se durmió 3 horas nada más y nada menos. Y dando las 7 p.m. ahí vamos a la del sábado. Por un momento dudé si ir, estaba bien cansada pero ni modo de quedar mal.

Pues ¿qué les cuento? Otra fiesta ganadora. No conocíamos a casi nadie, porque como les dije, prácticamente me invité a la fiesta que mi amiga organiza con sus amigos cada año. Uno diría: fue, hizo acto de presencia y como no conocía a nadie se retiró temprano a descansar. ¡Pues no! El señor y yo somos bien requete simpáticos y sociales y pues con pozole, tostadas, platiquita y hasta Karaoke nos dieron las 4 a.m. Y nos fuimos porque dijimos no vamos a dormir nada otra vez, porque de que había pila, aún había pila.

Desperté al otro día como 10:30 a.m. porque escuché a #miniplausi gritar como loca. Dije ¡en la madre! a esta ya le pasó algo. Hagan de cuenta que me pusieron un resorte y salí corriendo a buscarla, ni siquiera sabía en que parte de la casa estaba. Me la encontré en el baño, el grito desesperado era para avisarle al hermano que había hecho popó y quería que la limpiara. Afortunadamente para el hermano su mamá se despertó y llegó a su rescate.

  • ¿Se despertaron hace mucho?
  • Sí, pero los dejamos dormir. – contestó #miniplausi
  • Ay, muchas gracias. Que considerados son. ¿Les hago una leche?
  • No mami. Ya tomamos leche. Mi hermano me hizo una leche caliente con chocolate y me dio una manzana.

Hagan de cuenta que me volví a enamorar.

  • Mi niño. Muchas gracias por hacerle la leche a tu hermana.
  • También hice la mía.
  • Ah pues muchas gracias también. Eres muy cooperador y considerado. Gracias por respetarnos el sueño.

¡O sea! Por fin está llegando eso que yo ansiaba tanto. Mis hijos están aprendiendo a levantarse los fines de semana y ser autosuficientes, servirse una leche, prender la tele y dejarme dormir como Dios manda. Sí sucede, sí es posible y la neta me hace muy pero muy feliz. La destrucción nadie me la quita pero con esa ya se lidiar desde antes.

Así que, quiero decirles a todos los que me leen y se preguntan si algún día sus hijitos de la fregada los dejarán dormir hasta tarde los fines de semana que ¡SÍ! Es un rotundo sí. Ese día va a llegar.

Seguramente este fin de semana me van a levantar a las 7 por andar de presumida pero voy por buen camino. Me vale que saquen 10 en la escuela siempre que me dejen dormir. La felicidad regresa a mí. Les deseo que llegue pronto a ustedes, jaja.

Gracias por leer.