Elecciones 2024
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#LaPeorMamá. De regreso a las aulas
Foto de Archivo

Como todos ustedes saben, y quien no sepa, le cuento: La CDMX regresó a clases presenciales.

Que si fue un tema de “semáforo verde” que anunciaron semanas antes, que si fue un tema político / electoral, que si era sumamente necesario. No lo sé. Lo que si sé es que la escuela de mis hijos optó por el regreso a clases voluntario.

Hubo junta, hubo circular, hubo de todo. Y yo pensé que mis hijos no iban a querer regresar. Y no por inventarlo, pero ellos así lo habían expresado. De cualquier forma les di la noticia del regreso y les pedí que me dijeran si querían regresar.

– ¡Si! – Dijeron los dos.
– ¿Están seguros?

Y miren que mi resistencia al regreso se basaba mucho más en mi flojera que en cualquier otra cosa. Sí, sí me preocupa la salud y el posible rebrote, pero tengo que ser honesta, no estamos guardados por completo así que para nuestra familia, el asistir a la escuela sería una actividad más, como la natación y el fut, al que por fin regresamos también.

– Sí. Sí quiero. – Dijo #minispeedy. – Ya quiero ver a mis amigos y mis maestras.
– Yo también quiero ir. Quiero jugar con mis amigos. – Dijo #miniplausi

Y así como así, tuve que dejar la flojera de lado para que regresaran a la escuela.

A ver, soy una mujer de rutinas. La rutina y la estructura me hacen bien y el tener que cambiar todo de la noche a la mañana (o bueno de una semana a otra) me genera muchísimo estrés. Ya sé, tengo que ir a terapia.

La cosa quedó así, porque aunque es la misma escuela, hacemos cosas diferentes por sección: #miniplausi tiene clases presenciales de lunes a viernes de 8 a 1 y #minispeedy martes y jueves de 7:30 a 2 de la tarde. ¿Sí ven mi contrariedad? Ni siquiera es que los días vayan a ser parejos. Pero la emoción de mis hijos pudo más que cualquier cosa.

Lo positivo fue que al menos por estas semanas no hay uniforme obligatorio, y sobre todo zapatos. Sí, sí. Mis hijos, como los tuyos, no tienen zapatos escolares. Cada uno tiene unos tenis que les quedan y unas chanclas. Bueno #minplausi unas botas heredadas. Así que eso me hizo muy feliz. Porque si me hacían comprar zapatos escolares y tenis inmaculadamente blancos no los llevaba ni de broma.

Los útiles, bueno pues compré unos colores y un sacapuntas y varias cositas porque básicamente este ciclo no compramos nada y compartían hasta la goma de borrar.

Desempolvamos las mochilas del 2019 y compramos muchos cubrebocas.

Por supuesto que mi TOC me trajo una semana completa haciendo cuentas del horario en que nos íbamos a levantar. A qué hora tendríamos que salir de la casa para llegar a tiempo.

Con cuánto tiempo de anticipación tendría que formarme para recogerlos a la salida y qué caramba les pondría de lunch.

Como todo en la vida, esto también se resolvió. Encontramos el cómo, porque siempre hay un cómo.

Por supuesto que levantarse más temprano no les encantó pero la emoción siempre puede más. Al menos el primer día, ya iremos viendo los que siguen.

#Miniplausi es la más feliz viendo a los 3 amigos que van a clases presenciales, bailando con la maestra y dejando sus libros en su pupitre. Nunca había tenido un pupitre.

#Minispeedy está feliz de ir unos días si y otros no, porque cuando se queda en casa entra y sale más temprano que cuando va a la escuela. Le encanta echar la flojera igual que a la mamá. Pero es el más feliz estando con sus maestras y jugando fut en el descanso.

¿Tengo miedo del bicho? Pues sí. Un poco. Sobre todo cuando escucho que en tal o cual escuela hubo casos. Pero vieran cómo son de constantes los niños con el uso del cubrebocas.

No se lo quitan para nada. Se lavan las manos mil veces y usan su gel. Como siempre, son ellos los que nos enseñan a seguir las reglas. Tengo la confianza de que en la escuela se están siguiendo todos los protocolos de seguridad y que todo estará bien.

Además. ¿Saben qué es lo mejor de todo? ¡Ya tengo mi casa para mí solita! Ya nadie grita miss, bueno #minispeedy unos días pero parece que ni está. Recuperé mis mañanas.

Ya no tengo que estar sentada en la cocina todo el día para ver si algo se ofrece, aunque ya se me quedó la costumbre. Adivinen en dónde estoy escribiendo ahorita.

Qué felicidad verlos felices. Qué felicidad verlos de regreso. Qué felicidad que todo, aunque ha tardado, va regresando.

Gracias por leer a esta feliz e independiente madre. Obvio tengo mil y un quejas de todo esto pero hoy solo quiero escribir lo que sí hay, porque eso me llena el corazón.

#LaPeorMamá