Aunque se creía que al crecer la larva el plástico desaparecía, se descubrió que los residuos permanecen en su intestino
Además de representar un inminente peligro para los animales marinos, los plásticos también suponen un grave problema para los insectos.
La doctora Amanda Callaghan, de la Universidad de Reading en Inglaterra, descubrió que la ingesta de plástico no se limita a las criaturas marinas, contaminando la fauna que vuela como insectos y aves.
Se había demostrado que las larvas de mosquito son capaces de comer pequeñas piezas de plástico presentes en sus estanques, pero fue hasta ahora que se extendió la investigación hasta hallar que esos plásticos se preservan a la par que el insecto alcanza su etapa de madurez.
Aunque en el crecimiento la parte frontal del intestino de las larvas se disuelve, los plásticos retenidos se quedan en la parte inferior, permaneciendo hasta la adultez.
“La implicación es que puedes tener plásticos en el fondo del estanque que ahora se elevan en el aire y son devorados por arañas, murciélagos y animales que normalmente no tendrían acceso a ese plástico”, expresó Callaghan.
Los resultados de la investigación fueron publicados en la revista científica Biology Letters, pero se espera que se expanda hasta determinar la magnitud que alcanza en la vida diaria.
Además de a mosquitos, el estudio podría aplicarse a cualquier insecto volador que tenga sus primeras etapas de vida en el agua.
Con información de The Independent