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Tatiana
Tatiana. Foto: Yucatán Magazine.

La pasión es una emoción intensa que, al menos yo, experimento en lo profundo de mi ser. La percibo como una fuerza vital, que arrastra mis pies hacia un lugar donde se que me voy a encontrar con alguien, o con algo, y entonces todo se vuelve una explosión de sensaciones.

Brota en mi cerebro, donde habita  la amígdala, ese espacio que controla las emociones. Cuando aparece ese encuentro que me resulta interesante o atractivo, se activa todo en mí, y crea una respuesta emocional que manda señales al corazón, entonces se agita y me doy cuenta que me vuelve casi imparable. Necesito más aire, me vuelvo más intuitiva, más ágil, la memoria se despierta, el lenguaje se aviva, y aparecen otros recursos que a veces los percibo dormidos. 

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Tatiana. Foto: Yucatán Magazine.

Mucho de lo que escribo está envuelto en ese halo de alquimia y por alguna razón, me da la impresión que Tatiana, una arqueóloga que nació a principios del siglo XX, lo vivía como yo. 

¿Cómo lo sé? Eso aparece en el departamento de la intuición. ¿Lo puedo probar? No, no hay evidencia que pueda hacerlo, pero a mí me basta con sentirlo. 

Mi encuentro con ella fue fortuito como lo son la mayoría, es raro que esté al acecho, más bien de pronto se me aparece una imagen, una palabra, un olor, un sonido y  desata unas ganas incontrolables de saber quien era. 

Apareció el sortilegio en un sueño; esta vez en el mundo de mi subconsciente apareció Tikal, el templo del gran jaguar, una pirámide de piedra que tiene una puerta al inframundo según recuerdo, y que de chica tuve la oportunidad de conocer, y escudriñar a mis anchas porque entonces se podía bajar a la tumba. 

Desperté y comenzó a activarse todo en mí, una obsesión que no para hasta que me siento y comienzo a investigar, a sacar fuentes y voy tomando notas. Esta vez hablé con Liwy Grazioso, Directora del Museo de Miraflores en Guatemala, que se encontraba en Belice, en trabajo de campo, con poca señal. Así me mandó un mensaje y con él pude cerciorarme de que lo que encontré hiciera  sentido, pues es de las personas que más saben del mundo de los mayas, además de quererla tanto; tantísimo. “Tatiana es extraordinaria, fue una revolucionaria en epigrafía, ella creó un método para poder fechar los monumentos basados en su estilo. Es una tipaza, tipaza, tipaza, maestra entre maestras ”

Un par de días después, comienzo a armar la información que he recopilado en fichas y le voy dando forma.  

Me pregunto si Flora tenía un método parecido, si en las horas que le daba el día, trabajaba con un sistema, con cuidadosos  procesos. Claro que ella era una fuera de serie y yo soy un ciudadano de a pie, de esos que tardan en aprender, pero se apasionan de igual manera. 

Tatiana y el mundo Maya

Debido a la complejidad y diversidad de la cultura maya, (así como muchas de las limitaciones a las que se enfrentaron las investigaciones debido a la desaparición de mucha información),  la  interpretación de los datos arqueológicos y antropológicos han generado controversias. Se han puesto sobre la mesa distintas miradas, que buscan saber más sobre una de las culturas más fascinantes que ha dado la humanidad. 

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Tatiana. Foto: Yucatán Magazine.

Se han elaborado un sin fin de teorías sobre la caída de la civilización maya clásica en el siglo IX d.C. Se albergan como posibilidad la sequía, la guerra, la sobrepoblación y la deforestación, entre tantas otras.

Sin embargo, ninguna de éstas han sido completamente aceptadas, y la causa exacta del colapso, sigue siendo un tema de debate en la comunidad científica.

Otra controversia importante se relaciona con la interpretación de los glifos mayas. Aunque se ha hecho un gran progreso en la traducción de la escritura jeroglífica, aún hay muchos glifos que no se han descifrado, y hay encarnizadas discusiones en curso, sobre el significado de algunos de ellos.   

Durante la conquista española, los misioneros comenzaron a evangelizar a los pueblos indígenas, y vieron los códices mayas como un problema, para ellos eran objetos paganos e idolátricos, entonces los consideraron una amenaza para la conversión al cristianismo.

En su intento por eliminar la cultura y las creencias indígenas, muchos de los códices mayas fueron quemados o destruídos, Sin embargo, algunos sobrevivieron a la destrucción, y fueron ocultados por los mayas para protegerlos.

Algunos investigadores han argumentado que la interpretación de los glifos, puede ser influenciada por la perspectiva cultural y personal de quien intérpreta, lo que seguramente puede puede llevar a errores.

Así como el intento por entender la evidencia arqueológica, la datación de los sitios y monumentos mayas, la identificación de los patrones culturales y la riqueza de las prácticas religiosas y rituales, todo esto también entra en los anales de la discusión. 

Nada invalida la importancia del estudio de la cultura maya sino por el contrario, demuestra la complejidad abrazada de fascinación, que genera de esta civilización enigmática.

Durante mi escudriño aparecieron muchos nombres, casi todos hombres que  dedicaron su vida a estudiar esta zona al sur de México y que se extiende hasta Guatemala pasando por Belice, pero de pronto en una foto me encontré a Tatiana Proskouriakoff.

“De todas las mentes brillantes que han iluminado el firmamento de los estudios mayas antiguos, no hay ninguna que despierte tanta admiración, inspiración y absoluta devoción como Tatiana Proskouriakoff”, escribió David Stuart en Expedition Magazine en 2006. 

Entonces lo supe, es una certeza que aparece en forma de intuición, a ella la pasión por los Mayas la tomó por dentro, impulsando sus días, dedicada a investigar y dibujar. Imagino que esto la llevó al punto de no casarse, ni tener hijos, quizá envuelta en el embrujo de esta civilización antigua.

Nació en Siberia, Rusia y emigró en 1916, cuando tenía apenas 7 años. Su padre, químico de profesión, fue parte del gobierno zarista durante la Primera Guerra Mundial, y viajó a Estados Unidos con su familia para supervisar las exportaciones de armas hacia Rusia. La madre fue una de las primeras mujeres en graduarse en la escuela de medicina en su tierra natal. 

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Tatiana. Foto: Yucatán Magazine.

En 1917, cuando se desató la Revolución Rusa, decidieron quedarse. Con padres tan preparados, era de esperarse que Tatiana siguiera sus pasos, así que se inscribió en la universidad para estudiar arquitectura,  graduándose en 1930.

Era la época de  la peor crisis en la historia de Wall Street, generando el llamado Crack del 29,  la recién graduada, encontró un desafío enorme para conseguir empleo. Tiempo después, encontró  un trabajo en el Museo de la Universidad de Pensilvania para hacer dibujos arquitectónicos. Su destreza para hacer ilustraciones de edificios, la colocaron como candidata favorita entre muchos otros aplicantes. 

La universidad tenía un proyecto de investigación que incluía excavaciones en la selva de Guatemala, explorando las ruinas, tratando de entender cómo eran todas esas estructuras, buscando presentar sus hallazgos al público en general.

Proskouriakoff pasó un tiempo con la expedición en Guatemala, dibujando y recopilando datos. Estuvo en Piedras Negras, en Copán, Honduras, y en Chichén Itzá, México, entre otros sitios arqueológicos. Hizo dibujos muy hermosos de diferentes vistas de las edificaciones. En papel, cuidadosamente hacia los trazos para realizar la reconstrucción de los espacios arqueológicos. Esta primera misión se convertiría en una gran contribución a la arqueología maya.

Es importante recalcar que estas ciudades se encontraban dentro de la maleza en la selva, y muchos de los edificios eran únicamente grandes montículos cubiertos de piedra, de tierra y árboles. Ella misma relató, que ese fue su primer flechazo, el inicio de un amor apasionado con la cultura maya. Fue su primera introducción en el campo de la arqueología y quedó fascinada por todos los aspectos de la cultura, pero particularmente por el arte y la escritura.

Trabajó para el museo entre 1936 y 1937, después se unió al equipo del Instituto Carnegie, de Washington, y posteriormente al del Museo Peabody de la Universidad de Harvard. Se enfrentó como muchas de las mujeres de esa época a las dificultades de ser la única mujer en un equipo de trabajo de puros hombres, pero su carácter fuerte y su trabajo excepcional, la sostuvieron llevándola a destacar. 

Cuando ese trabajo culminó en 1946, se publicó su estudio en An Album of Maya Architecture.

Eran dibujos  extraordinarios, no sólo artísticos, sino con gran rigor académico. De hecho, en la literatura y en los estudios actuales sobre los mayas, siguen usándose muchas de sus reconstrucciones.

Empezó a sentir interés por los monumentos esculpidos donde los mayas plasmaron figuras de sus gobernantes, de sus cortesanos, y las historias que narraban de sus reyes y reinas.

Así comenzaron sus estudios iconográficos, ella empieza a sistematizar toda la información que ya había. Eric Thompson, que era el monstruo de la epigrafía maya, planteó que los mayas nunca tuvieron registros históricos en sus monumentos, sino que contenían cálculos matemáticos sobre los movimientos de los astros en la bóveda celeste, y estaban llenos de cuestiones de orden religioso. Para él no había nada que tuviera que ver con los personajes plasmados en esos monumentos. Este gran arqueólogo negaba que hubieran datos históricos en las inscripciones. 

Ella rompió completamente con esa visión que tenía no sólo Thompson, sino muchos mayistas. Con su análisis fue colocando los elementos de los más antiguos a los más recientes, la cronología abría un campo para fechar días, meses y  años, sobre los eventos que acontecieron ahí, le probó que estaba equivocado, ya que él decía que no había reyes, solo sacerdotes que lo dirigían todo y seguro  hubo conflictos, incansables discusiones, pero nada podía detener ya sus hallazgo, y a él no le quedó más remedio que aceptar que estaba equivocado.

En 1950, se publicó el libro A Study of Classic Maya Sculpture de Proskouriakoff, una obra que muestra el estudio más completo que conocemos hasta la fecha. 73 años después, todavía no hay una obra que supere ésta, y se sigue utilizando para poder fechar monumentos.

Ser la primera en descubrir la verdadera naturaleza literaria e histórica de la escritura jeroglífica maya, que aparte de los números y el calendario, se había considerado imposible de descifrar, fue algo que seguro  la  llenó de todo eso que la pasión desbordada cuando es sana, permite. La veo analizando, hasta altas horas, las inscripciones, para poder decirle al mundo, que se trataba de las vidas dinásticas de los reyes que gobernaban.

Murió en 1985 en Estados Unidos. Años después Graham y David Stuart, un gran epigrafista de la Universidad de Texas, llevaron sus cenizas al sitio que marcó su vida, así en la estructura de uno de los asentamientos, llamado Piedras Negras hay una placa discreta donde aparece su nombre.

No lo puedo probar, pero algo me dice que ella vivió apasionada con lo que hacía, viviendo ese fuego interno que quema, encendiendo cada fibra del ser, con el placer de sentir, con esa  emoción desbocada que pulsa como un torbellino, que parece que consume con su ardor. Esa fuerza que se gesta desde ahí, mueve montañas, desafía el tiempo y el espacio, impulsa al éxtasis, a ese momento sublime donde uno siente que puede tocar el cielo.

La pasión es la esencia de la vida, el motor que impulsa la acción, es el ingrediente esencial, que da sabor a la existencia y a la emoción.

Así es, poderosa y sublime, un sentimiento que nos lleva al límite, una llama que arde eternamente, y que nunca se apaga mientras haya vida.

Por DZ

Claudia Gómez

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Biografía

https://mujeresconciencia.com/2023/01/23/tatiana-proskouriakoff-arqueologa/

https://www.mexicodesconocido.com.mx/tatiana-proskouriakoff-artista-que-descifro-la-cultura-maya.html

https://herder.com.mx/es/autores-writers/tatiana-proskouriakoff

https://www.lanacion.com.ar/el-mundo/tatiana-proskouriakoff-la-admirable-arqueologa-rusa-que-revoluciono-la-interpretacion-de-los-nid30052022/

https://revistas-filologicas.unam.mx/estudios-cultura-maya/index.php/ecm/article/view/608

https://www.archaeological.org/archaeologists-you-should-know-proskouriakoff/

https://www.cambridge.org/core/journals/american-antiquity/article/tatiana-proskouriakoff-19091985/EEE81F38531E8FCE11FFF6EBA64C14AC

Proskouriakoff, Tatiana 1950 A Study of Classic Maya Sculpture. Publication 593. Carnegie Institution of WashingtonWashington, D. C

Proskouriakoff, Tatiana 1953 Scroll Patterns (Entrelaces) of VeracruzRevista Mexicana de Estudios Antropologicos 13389401.

The Artifacts of Mayapan. In Mayapan, Yucatan, Mexico, pt. 4, by Pollock, H. E. D.Roys, R. L.Pros, T., and Smith, A. L