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Desventajas de comer rápido
Foto de Daily Mail

En ocasiones cuando se hace tarde, acostumbramos a comer en el camino o comer de pie, ya que con el fin de ingerir alimentos más rápido, se “ahorran” unos cuantos minutos, sin embargo expertos en problemas digestivos señalan que esta práctica afecta al cuerpo con estrés y hasta obesidad.

Además de estos problemas, comer de pie y muy rápido, produce una mayor ingesta de aire al estómago, lo cual da origen a muchos problemas al convertirse en gas intestinal, explica Carmen Martín, especialista en nutrición de la clínica Dray, en España.

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Foto de archivo

Sin embargo, más allá de si se come sentado o de pie, el problema radica en qué tan rápido se come, por lo que los médicos recomienda que si se come parado se debe mantener un ritmo al deglutir y masticar, sin necesidad de que sea de forma lenta.

Aunque comer rápido siempre va asociado a la prisa que se tiene para continuar con las actividades laborales, lo cual genera estrés pues el cuerpo no asimila la sensación de “desconexión” que sucede cuando se sale a comer con tiempo suficiente.

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Comer rápido contribuye a problemas intestinales. Foto de herbeauty.co

“Cuando se come de pie no se registra realmente lo que estamos haciendo, no llegamos a ser conscientes de lo que ingerimos. Nos lleva a engullir rápido y más cantidad”, explica la especialista en la creciente práctica ‘mindful eating’ (comer consciente), Itziar Digón.

Acorde a la especialista, para comer de forma consciente no es necesario tomar de horas para hacerlo, sino que con 20 minutos en los que se dedique únicamente a comer, son suficientes para apreciar las sensaciones del acto.

Además comer de forma rápida favorece a que se opten por alimentos de pronta adquisición, los cuales en muchas ocasiones ya son procesados y contienen grandes cantidades de azúcares añadidas, lo cual favorece al incremento de peso.

Y aunque estos alimentos son prácticos y deliciosos, la mayoría no resultan ser equilibrados para la dieta, por lo que comer rápido y comer lo que sea, no es un hábito saludable, explica la Fundación Española de Dietas-Nutricionistas.

Con información de ABC.es