
La curita tiene un centenar de microagujas, las cuales hacen que penetre el medicamento sin el dolor de una inyección normal
Un grupo de científicos de Georgia Tech y la Universidad de Emory abrieron la posibilidad de un mundo sin inyecciones al diseñar una curita a través de la cual se podrían administrar medicamentos, un alivio para millones de personas que padecen el miedo a las agujas.
La curita o parche incluye en su parte adhesiva más de un centenar de microagujas, las cuales penetran sin problemas las capas superficiales de la piel, pero evitando el dolor asociado a las agujas utilizadas en la actualidad.

Para probar el diseño se utilizó un grupo de prueba de cien personas, a las cuales se les dividió en tres grupos, uno que recibió una vacuna contra la gripe con una inyección, el segundo grupo que utilizó la curita con las microagujas y uno más al que también le pusieron el parche pero no le pusieron el medicamento.
Los científicos informaron que no se presentaron efectos secundarios, además de enrojecimiento y sensibilidad temporal en la zona, además de una sensación de comezón también temporal. Además, descubrieron que el parche también generó una ligera reacción de anticuerpos, similar a la que generan las inyecciones, por lo que no se espera una diferencia significativa en su efectividad respecto a estas.
Pese a los resultados promisorios de la primera fase de pruebas y se espera que la segunda y tercera etapa de las mismas ayudarán a determinar con exactitud su efectividad y determinar si el producto llega en un futuro al mercado.
Con información de BBC y Forbes