Anteriormente ir al cine era todo un ritual que incluso podía durar todo el día, si así se deseaba y pagando solo una entrada
A principios de los años 90’s asistir al cine era una experiencia completamente diferente a lo que estamos acostumbrados. Hace 25 años ir al cine era todo un ritual que incluso podía durar todo el día, si así se deseaba y pagando solo una entrada, lo que ahora es imposible.
Estos son los cambios más relevantes que ha sufrido durante el último cuarto de siglo:
Revisar la cartelera
Si se planeaba ir al cine, era necesario empezar por comprar el periódico para checar los horarios y funciones de la cartelera de los escasos cines que había en las ciudades, pues no existían las grandes cadenas ni mucho menos sitios de internet para consultar y comprar los boletos como actualmente se puede hacer.
La dulcería
Aquí la actualidad ha mejorado en este rubro, pues las empresas cada vez han incorporado más productos que ya no se limitan a las palomitas, refrescos, dulces y nachos. Ahora ofrecen hasta cervezas, crepas, chapatas y un gran etcétera. Incluso en las funciones VIP o Platinum hay meseros o empleados dentro de la sala de cine a los que puedes ordenar el producto, pagarlo con tarjeta y llevártelo hasta tu asiento. Algo que antes era impensable.
Los boletos
Anteriormente los boletos eran forzosamente en papel, el cual no estaba impreso con la información del nombre de la película, la sala, la hora, el asiento, la clasificación y el precio, sino que se trataba de un papel general, que en ocasiones solo variaba por el color para indicar la sala.
Las filas
Anteriormente para todo era necesario hacer fila: en la dulcería (está el servicio directo a tu asiento), para acceder al cine (esta lamentablemente no hay forma de evitarla, más si se trata de un estreno) y para comprar los boletos. En esta última, ahora gracias a la tecnología, basta con comprarlo por internet y mostrar en la entrada el smarphone con el acceso que previamente fue enviado.
Asientos numerados
Otro de los grandes cambios es que antes las personas podían sentarse en cualquier asiento que estuviera desocupado pues las butacas no se encontraban numeradas. Actualmente es forzoso elegir el asiento y respetar el de los demás lo que agiliza el acomodo de la gente y más cuando las luces ya se han apagado.
Intermedios
Se ha perdido la práctica en la que a mitad de la función la película se suspendía para que la gente pudiera comprar otra cosa en la dulcería, ir al baño o solo estirar las piernas, un receso que duraba aproximadamente entre 15 a 30 minutos. Actualmente las funciones no se detienen hasta que terminen.
Permanencia voluntaria
Anteriormente las personas que compraban un boleto de cine tenían derecho a quedarse en la sala del cine para ver de nuevo la película u otra que fuera proyectada, sin costo extra y sin límite de tiempo. Ahora ya ninguna función cuenta con esa opción y es necesario abandonar la sala.
Miércoles 2×1
Aunque las grandes cadenas siguen manejando precios especiales para los días miércoles, no se logran comprar dos boletos al precio de uno, situación que anteriormente se respetaba y por la cual la asistencia al cine este día se volvió en todo un clásico.
Otros
Anteriormente no había comerciales antes de la película, solo cortos. Los precios eran más baratos pero ahora se cuenta con salas más grandes, con mucha mejor nitidez video y sonido, con formatos IMAX, 3D, 4D, salas especiales para niños y VIP que cuentan con sillones reclinables.
Por David Beltrán