Se prevé que 97% de los países carecerán en 2100 de tasas de fertilidad suficientemente altas como para mantener su nivel de población
El marcado declive en la fertilidad global impedirá a la gran mayoría de los países y territorios mantener sus niveles de población actuales en 2100, según alerta un estudio publicado este miércoles por la revista ‘The Lancet’.
No obstante, la investigación también advierte de que las altas tasas de fertilidad en zonas de bajos ingresos, sobre todo en el África subsahariana occidental y oriental, seguirán impulsando su crecimiento poblacional durante este siglo.
Los autores sostienen que esta división demográfica tendrá “enormes consecuencias” para las economías y sociedades, e instan a los Gobiernos a tomar medidas ante estas “amenazas emergentes”.
La investigación, desarrollada por el Instituto de Medición y Evaluación de la Salud (IHME) de la Universidad de Washington (EE.UU.), prevé que más del 75 por ciento de los países (155 de 204) carecerá en 2050 de tasas de fertilidad suficientemente altas como para mantener su nivel de población.
Esa cifra, según los expertos, subirá hasta el 97 por ciento (198 de 204) en 2100.
Asimismo, predicen cambios pronunciados en los patrones de nacimientos, pues éstos estarán cerca de duplicarse en la regiones de bajos ingresos, desde el 18 por ciento de 2021 hasta el 35 % en 2100.
En este sentido, uno de cada dos niños nacido en el planeta a final de siglo lo hará en el África subsahariana.
Para hacer frente al aumento de la natalidad en estas zonas, el estudio recomienda mejorar el acceso de la población a métodos anticonceptivos e invertir en la educación de las mujeres.
Por contra, en países con bajas tasas de fertilidad y altos ingresos las autoridades deberán introducir políticas que apoyen la natalidad y favorezcan la inmigración de cara a mantener el tamaño de su población y el crecimiento económico.
Las autoridades, subrayan, deben actuar para hacer frente a estos cambios demográficos que transformarán las sociedades, con “amenazas emergentes” para las economías, la seguridad alimentaria, la salud, el medio ambiente y la estabilidad geopolítica.
El estudio indica que, en general, los países necesitan tener una tasa de fertilidad total (TFR, en inglés) de 2.1 hijos por persona para sostener los relevos generacionales a largo plazo.
En sus tablas de análisis, los expertos avanzan que en 2100 solo seis países y territorios (Samoa, Somalia, Tonga, Níger, Chad y Tayikistán) tendrán una TFR por encima del 2.1.
La tendencia descendente en la natalidad, avisan, es “especialmente preocupante”, por ejemplo, en países como Corea del Sur o Serbia, donde la tasa será de 1.1 hijos por persona a final de siglo.
Durante las próximas décadas, la TFR seguirá cayendo a nivel global hasta situarse en torno al 1.8 en 2050 y el 1.6 en 2100, “muy por debajo” del umbral aceptable para garantizar el relevo generacional.
En concreto, prevén que la tasa de fertilidad total para Europa occidental caerá al 1.44 a mediados de siglo y al 1.37 a finales, si bien países como Israel, Islandia, Francia y Alemania superarán al resto al situarse entre el 2.09 y el 1.40, respectivamente.
Las implicaciones son enormes. Estas tendencias futuras en las tasas de fertilidad y de nacimientos reconfigurarán completamente la economía global y el equilibrio de poder internacional”, apunta en un comunicado Natalia V. Bhattacharjee, coautora del trabajo.
Con información de EFE