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Advierten sobre los ‘niños tiranos’
Foto de Signis

¿Su hijo tiene poca tolerancia a la frustración?, ¿tiene conductas desafiantes con los profesores?, ¿lo hace enojar constantemente?, ¿suele protestar fuertemente cuando le niega un permiso o no le compra algo que desea? Si es así, usted podría tener en casa a un “niño tirano”.

Estos menores, también conocidos como “niños emperador”, regularmente tienen entre 6 y 11 años, aunque este perfil de personalidad también puede presentarse durante la adolescencia, advierte María Lilia Santibáñez, psicóloga del Colegio Vermont plantel San Jerónimo.

“Estos niños llegan a dominar fuertemente a las figuras paternas porque ellos son quienes deciden qué, cómo, cuándo y dónde quieren algo y logran imponer sus propias reglas en casa”, indica la también especialista en adolescencia.

Advierten sobre los ‘niños tiranos’ - niño-emperador
Foto de El Debate

Resultado de no definir límites

La especialista advierte que estos niños suelen ser hijos de padres que crecieron en entornos familiares muy autoritarios y que les generaron en la vida adulta limitaciones en diversas áreas de su vida, como la sexualidad, por lo que no desean repetir las mismas situaciones en sus pequeños.

“El problema es que ahora los límites se relajaron muchísimo, más allá del límite”, apunta.

Asimismo, dice que en la actualidad hay menos contacto entre hijos y padres debido a nuevas reglas de convivencia, como las que ha dictado la tecnología, donde cada quién se aparta para vivir realidades diferentes.

Irónicamente, señala, esto contrasta con que ahora, por temas como la inseguridad, los niños pasan más tiempo en casa.

“Así, los padres se sienten muy vulnerables de que le pase algo a sus hijos y, por lo tanto, los sobreprotegen”, menciona.

No les resuelva todo

La encargada del Departamento de Psicología de esa institución educativa indica que todo lo anterior genera una sensación de ausencia que muchos padres intentan compensar de alguna forma.

“Estos padres suelen resolverle todo a los hijos a manera de compensación, y en muchos casos es provoca que los hijos se acostumbren y quieran que les resuelvan todo sin mover un dedo”, subraya.

A la larga, esto provoca que a los niños se les dificulte conectar emociones, tomar decisiones y resolver problemas, situación que, de no corregirse, seguirán viviendo en la etapa adulta.

La psicóloga con 11 años de experiencia recomienda que, en la medida de lo posible, dejen a sus hijos realizar actividades solos.

“Es importante que los padres los dejen hacer lo que ellos puedan y confiar en sus capacidades y creatividad, además de darles todo el amor posible. Eso les ahorrará muchas terapias”, indica.

Los límites son importantes

Santibáñez destaca que poner límites a los hijos no es coartar su libertad, porque éstos siempre son importantes para la formación del ser humano.

“No hay que caer en el otro extremo de decir a todo que no se puede, pero si no se les imponen límites, en realidad lo que está pasando es que les están quitando toda su capacidad de maduración y de saber esperar”, explica.

Los límites y permitir que los hijos se esfuercen, agrega, es también una forma de protegerlos y enseñarles la satisfacción que dan los logros.

“No poner límites es una forma de abandono”, reitera.

Cómo identificarlos

En realidad, todos los hijos tienen cierto grado de “emperador” o de “tirano”, pero el nivel de demanda de atención de estos niños ha aumentado en los últimos años.

Si después de los seis años el pequeño todavía no sabe cómo comunicar su enojo de manera verbal, si sigue haciendo berrinches, demanda las cosas y es poco tolerante para esperar, es muy probable que se trate de un “niño tirano”.

“Estos niños no buscan cómo sentirse bien, sino que esa tarea se la dejan a los padres porque creen que son ellos los que tienen que darle algo para sentirse mejor”, describe.

“Les cuesta trabajo la autorregulación emocional, por lo que lloran mucho; también les cuesta trabajo concentrarse y suelen cambiar constantemente de grupo de amigos buscando aceptación. Al final, suelen experimentar sentimientos de rechazo de parte de los demás debido a estas conductas”.

En la escuela, apunta la especialista, suelen destacar porque son los niños que siempre están llamando la atención con conductas como platicar o moverse de su lugar en clase en busca de que el profesor sea quien le imponga límites.

“No le tienen miedo a los castigos y devalúa la autoridad del profesor con sus actitudes”, menciona.”Además, el ‘niño emperador’ no aprende de sus experiencias”.

Cómo solucionarlo

Si usted cree que tiene en casa o un niño “tirano” o “emperador”, la psicóloga recomienda buscar terapia familiar o preguntar si en la escuela les pueden brindar alguna orientación.

En el caso del Colegio Vermont, toman acciones preventivas como ofrecer conferencias en la Escuela para Padres o evaluar a los alumnos por sus capacidades.

“Otra forma sugerida para apoyar a estos niños es llevándolos a hacer trabajo de beneficencia social, ya que eso les hará sentirse necesitados y no rechazados”, apunta.

Así que los niños que no no se satisfacen con nada, tiene pocos amigos, son “acusones” y siempre están a la defensiva, deben ser mejor observados por sus padres, además de que éstos deben hacer un profundo ejercicio de autoreflexión.

“Los papás deben checar si le están dando cosas a su hijo a cambio del afecto, si es así, están generando un ‘niño emperador’”, sostiene.

Por Carlos Tomasini (@carlostomasini)