A pesar de que las autoridades federales y estatales afirman que la ayuda a los municipios afectados por el derrame de químicos en el Río Sonora se está proporcionando, en comunidades como Puerta del Sol, en el municipio de Ures, la realidad es diferente. Desde el pasado domingo, el suministro de agua se suspendió para … Continued
A pesar de que las autoridades federales y estatales afirman que la ayuda a los municipios afectados por el derrame de químicos en el Río Sonora se está proporcionando, en comunidades como Puerta del Sol, en el municipio de Ures, la realidad es diferente. Desde el pasado domingo, el suministro de agua se suspendió para evitar el bombeo de pozos posiblemente contaminados.
“No han hecho nada porque no han traído pipas ni agua”, comentó Fernando Haro, habitante de esa comunidad. En el poblado, ubicado a más de 70 kilómetros de Hermosillo, habitan alrededor de 180 personas, las cuales viven a la orilla del río Sonora, cuerpo de agua importante para ellos porque suministra los pozos aledaños y sirve de abrevadero de los animales.
Los habitantes saben que la empresa Grupo México, administradora de la mina, se hará responsable de los daños; sin embargo, hasta ahora no los han visitado.
La presencia de químicos como aluminio, arsénico, fierro y níquel en niveles por encima de la norma, en más de 200 kilómetros en el cauce del río. Y aunque las lluvias de los últimos días han provocado que los
contaminantes se comiencen a diluir, el agua no se observa igual, dicen pobladores.
En contraste, el gobernador de la entidad, Guillermo Padrés, aseguró que, desde el inicio de la contingencia ordenó el envío de agua potable a la población, así como los trabajos de levantamiento del bordo de contención, monitoreo de pozos, vigilancia y aplicación de cal para neutralizar las sustancias.