Las autoridades de Ucrania aspiran a que la Unesco declare antes de final de año el llamado arte musical “kobza” ucraniano como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad
Ucrania busca la protección de la Unesco para su música medieval y barroca, en el marco de una campaña por salvaguardar y promover la cultura nacional que se intensificó con el comienzo de la agresión militar rusa hace 966 días.
Las autoridades de Kiev aspiran a que la agencia de la ONU dedicada a la protección y la promoción del legado cultural de la humanidad declare antes de final de año el llamado arte musical “kobza” ucraniano como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, como ya hizo en el primer año de invasión rusa con la popular sopa, el borsch.
“Cuando un oficio o un fenómeno particular es reconocido como patrimonio inmaterial, hay exigencias y una monitorización por parte de una institución internacional para garantizar que no se pierda y se olvide, y esto es un incentivo para que el Estado le preste atención”, dijo durante un acto en apoyo de la iniciativa el músico y activista cultural ucraniano Tarás Kompanichenko.
Militar y trovador
Kompanichenko es uno de los máximos exponentes del “arte kobza” ucraniano.
Además de servir en el Ejército de su país en tiempo de guerra, Kompanichenko toca la bandura (laúd tradicional ucraniano), escribe versos en la tradición de los trovadores itinerantes que desde la Edad Media han sido una parte vital de la cultura cosaca y ucraniana en general, y promueve con conciertos y una incansable labor de divulgación esta forma de arte.
Uno de los grandes aliados de Kompanichenko en esta labor es el documentalista Andrí Rizol, que, al frente de la asociación ‘Watch Ukrainian!’, empezó a comienzos de este año a grabar actuaciones de ‘arte kobza’ para preservar esta tradición y transmitirla a todo el mundo.
A lo largo de 2024, Rizol ha grabado más de un centenar de actuaciones de 13 kobzars (intérpretes de ‘arte kobza’ y ha hecho hasta seis filmes documentales para dar a conocer este tipo de música a más gente.
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Un fondo digital
Rizol también ha participado en la creación de una página web con material e información accesible a todos sobre esta música medieval y barroca ucraniana.
La página web también sirve para apoyar la candidatura a que el ‘arte kobza’ sea reconocido como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco.
“Hemos mantenido muchas conversaciones, entrevistas y debates sobre los estándares necesarios para que nuestro patrimonio entre en la era digital y sea accesible no sólo para los expertos que ya lo conocen, sino también para la gente joven y los músicos modernos”, dijo en el acto el cineasta Oles Sanin, que también cultiva el ‘arte kobza’ y toca la lira, otro de los instrumentos característicos de esta tradición.
Un contexto propicio para la preservación
Paradójicamente, la invasión militar rusa a gran escala de Ucrania que empezó hace casi un millar de días ha supuesto un espaldarazo para el resurgimiento de tradiciones culturales ucranianas autóctonas como esta música medieval y barroca que combina en sus letras las historias de la vida cotidiana con una épica de guerra que vuelve a estar de actualidad en el país.
Por una parte, la crisis económica provocada por la guerra y la necesidad de priorizar el gasto militar hacen más difícil recibir financiación pública para este tipo de proyectos de preservación. Pero la agresión militar rusa y la resistencia ucraniana han despertado el interés de muchos por una cultura propia que ven amenazada por el Ejército invasor.
Que Ucrania haya sido desde el comienzo de la guerra el centro de la atención internacional también contribuye a que formas de cultura como el ‘arte kobza’ reciban atención desde el extranjero, donde muchos empiezan a descubrir ahora que el país tiene una cultura propia separada de la rusa después de que siglos siendo parte del imperio ruso y de la URSS difuminaran muchos rasgos del carácter propio ucraniano.
Con información de EFE, por Marcel Gascón