El gobierno de la República rindió hoy un homenaje al ingeniero civil Fernando Hiriart Balderrama, uno de los grandes constructores del México moderno, como lo definió el coordinador de Comunicación Social de la Presidencia, David López Gutiérrez. Durante el evento conmemorativo del Centenario del Natalicio del ingeniero, a quien amorosamente sus familiares llamaban “Nano”, el … Continued
El gobierno de la República rindió hoy un homenaje al ingeniero civil Fernando Hiriart Balderrama, uno de los grandes constructores del México moderno, como lo definió el coordinador de Comunicación Social de la Presidencia, David López Gutiérrez.
Durante el evento conmemorativo del Centenario del Natalicio del ingeniero, a quien amorosamente sus familiares llamaban “Nano”, el funcionario federal, quien organizó dicha ceremonia, destacó la aportación que hizo al país con sus obras, estudios y análisis.
En la sede de la Secretaría de Energía, hizo un recuento de los aportes del ingeniero desde el inicio de su vida profesional, entre los que destacan obras de drenaje de la Ciudad de México, la rehabilitación de la red de agua potable y la primera planta de tratamiento de aguas negras que operó en el Valle de México.
En el encuentro, participó el secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell; el director general de la CFE, Enrique Ochoa Reza; entre otros funcionarios.
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López Gutiérrez habló también de los trabajos en materia sísmica e ingeniería de presas (después del sismo de 1957). No obstante, las obras más relevantes de Hiriart Balderrama fueron en su paso por la Comisión Federal de Electricidad (CFE), en donde realizó la unificación de frecuencias del Sistema Eléctrico Nacional y participó en la construcción de centrales hidroeléctricas.
“Hiriart fue pieza maestra en una serie de obras públicas, entre las que se incluyen la Central Hidroeléctrica de Infiernillo, en Michoacán; las presas de la Angostura y Chicoasén, en Chiapas, y la central nucleoeléctrica de Laguna Verde, en Veracruz, todas ellas obras que hoy siguen aportando energía al país”, dijo López Gutiérrez.
El coordinador de Comunicación Social de la Presidencia definió así el legado de Hiriart Balderrama: “El ingeniero representa el prototipo de lo que debe ser un servidor público, preparado, honesto, responsable, actualizado en las tareas de su cargo”, dijo.
“La principal de sus virtudes fue su desinteresada entrega, su pasión por servir y ayudar a nuestro país. Hombres como don Fernando siempre le hacen falta a México, hombres sólidos, confiables, ejemplares, hombres cuya obra perdura, hombres destinados a la construcción de México”, argumentó.
Destacó también las distinciones y reconocimientos que Hiriart recibió durante su vida profesional, como el doctorado honoris causa por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Además, el gobierno de Francia le otorgó el grado de Oficial de la Orden Nacional de la Legión de Honor; obtuvo el Premio Nacional de Ingeniería en dos ocasiones, 1980 y 1990; así como la Medalla al Mérito “Lázaro Cárdenas” en 1986. La Central Hidroeléctrica Zimapan, en Hidalgo, lleva su nombre.
“Desde su llegada como titular de la entonces Secretaría de Energía, Minas e Industria Paraestatal; pude ser testigo de su personalidad analítica. Su carácter táctico, la originalidad y elegancia de sus soluciones, lo hicieron destacar como un innovador por excelencia”, añadió el funcionario.
En el evento asistieron familiares, amigos y admiradores de Fernando Hiriart Balderrama, como Alfredo Elías Ayub, quien subrayó que su gran enseñanza fue su “honestidad intelectual”, más allá de intereses políticos y su preocupación por la carencia de ingenieros globales en el país.
Con información de Notimex
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