La posible salida de Grecia de la eurozona continúa creando crispación en el ámbito político de la Unión Europea, tanto que el ministro de finanzas austriaco, Hans Jörg Schelling, pidió al gobierno alemán que no tome parte en el debate. “Ni es oportuno intervenir en las campañas electorales de otros países, ni sobreinterpretar las declaraciones … Continued
La posible salida de Grecia de la eurozona continúa creando crispación en el ámbito político de la Unión Europea, tanto que el ministro de finanzas austriaco, Hans Jörg Schelling, pidió al gobierno alemán que no tome parte en el debate.
“Ni es oportuno intervenir en las campañas electorales de otros países, ni sobreinterpretar las declaraciones realizadas en una campaña”, dijo Schelling en declaraciones a la prensa.
En su opinión, ahora solo cabe esperar el resultado de los comicios griegos, previstos para el 25 de enero.
Schelling entiende que Grecia cumplirá con sus obligaciones financieras después de las elecciones y se atendrá a los acuerdos firmados con la Troika.
Las declaraciones del ministro austríaco se producen tres días después de que el semanario alemán “Der Spiegel” informara, citando a fuentes del ejecutivo de Merkel, que el gobierno federal aceptaría la salida de Grecia de la eurozona en caso de que Syriza ganase las elecciones.
La información sorprendió en las filas de la propia coalición gubernamental. La Secretaria General del Partido Socialdemócrata, Yasmin Fahimi, criticó el debate sobre un posible abandono de Grecia de la zona euro.
“El abandono de Atenas del Euro sería un desastre para Grecia y una carga para Europa. Es por eso que no debemos hablar a la ligera de tales escenarios”, dijo la política socialdemócrata en declaraciones al periódico regional Rheinische Post.
El también político del SPD, Johannes Kahrs, cuestionó asimismo la postura de la canciller federal Ángela Merkel y advirtió que la salida de Grecia de la eurozona traería consigo “consecuencias imprevisibles”.
Grecia elegirá el próximo 25 de enero un nuevo Parlamento.
Las encuestas pronostican que el partido de izquierda Syriza sería la formación más votada. Su presidente, Alexis Tsipras, aboga por una relajación de las medidas de austeridad impuestas por la Troika y por negociar el recorte y la reestructuración de la deuda griega con los acreedores internacionales.
Esta posibilidad inquieta no sólo a los mercados, sino también a la esfera política más conservadora de la Unión Europea, que con Alemania al frente, conmina a Atenas a ajustarse a los acuerdos pactados con anterioridad.
Con información de Notimex