La desaparición y el asesinato de un número desconocido de personas en el municipio de Allende, Coahuila, durante marzo de 2011 fueron ocultados por el gobierno de Coahuila y la todavía SIEDO, de acuerdo a una investigación que hizo el periódico Más por Más. Se narra que los días 18 y 20 de marzo de … Continued
La desaparición y el asesinato de un número desconocido de personas en el municipio de Allende, Coahuila, durante marzo de 2011 fueron ocultados por el gobierno de Coahuila y la todavía SIEDO, de acuerdo a una investigación que hizo el periódico Más por Más.
Se narra que los días 18 y 20 de marzo de 2011, camionetas supuestamente propiedad de los Zetas llegaron a la comunidad Los Cinco Manantiales en Allende, municipio localizado a 60 kilómetros al sur de Piedras Negras, para secuestrar a los amigos, familiares y trabajadores de narcotraficantes que se habían convertido en espías de la DEA.
Los tres integrantes de los Zetas que se unieron a la DEA, se quedaron con 8 millones de dólares de ganancias en el tráfico de cocaína hacia Estados Unidos, por lo que el grupo criminal actuó como él sabe hacerlo, secuestrando y calcinando a un número desconocido de personas en las afueras de la cabecera municipal.
Héctor Moreno Villanueva, José Luis Garza Gaytán “El Wichin” y Mario Alfonso Cuéllar “El Poncho”, son los 3 ex integrantes de los Zetas que se habían quedado con el dinero y que fueron la causa para que “El Machín”, “El Comandante 7” y Omar Treviño encabezaran el ataque contra la comunidad de Coahuila.
Estos actos de violencia también se suscitaron debido a que la DEA no brindó protección a ninguno de los 3 espías, ni tampoco a la comunidad que los acogía. Por lo que el gobierno de Coahuila pidió su extradición de Estados Unidos en julio pasado.
Una de las personas que entrevistaron durante la investigación del Ministerio Público, narró que vio a varias personas encapuchadas y fuertemente armadas, sacando a dos personas de su domicilio, al cual entraron derribando de manera violenta el portón. Así también platica sobre el robo a vehículos y materiales de construcción.
De acuerdo con una investigación de la Subprocuraduría Especial para Búsqueda de Personas Desaparecidas de la Procuraduría del Estado de Coahuila, el entonces gobernador Jorge Torres López y la, para ese momento, titular de la SIEDO, Patricia Bugarín González, conocían el caso, habían recibido testimonios e investigado el caso.
Patricia Bugarín, titular de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO), se enteró del caso el 1 de junio de 2011; sin embargo las personas y las autoridades de Coahuila confiesan que no hizo nada al respecto, mucho menos cuando renunció en noviembre de ese año por problemas con la entonces procuradora Marisela Morales. El presidente Felipe Calderón transifrió a Bugarín a ProVíctima, pero actuó de la misma manera que en su anterior puesto, con toda impunidad en el caso de Coahuila.
El silencio también se dio a nivel estatal, pues el gobernador sustituto Jorge Torres López, quien reemplazó a Humberto Moreira tras irse como presidente nacional del PRI, no hizo mención ni ninguna acción al respecto; mucho menos su sucesor y actual gobernador, Rubén Moreira, durante la campaña de 2011.
Con información de Más por Más