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Ni un bloqueo más: grupo civil de reacción de Huatulco
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Debido a los constantes bloqueos de carreteras e instalaciones efectuados por maestros de la sección 22 de la CNTE; los habitantes, empresarios y comerciantes de las bahías de Huatulco decidieron formar un grupo de reacción inmediata (capaz de reunir hasta 5 mil personas), para impedir que estos actos se sigan llevando a cabo, cobijados por la permanente inacción de las autoridades de todos los niveles de gobierno.

Es la primera medida de esta naturaleza que emprenden miembros de la sociedad civil en México.

Los empresarios del lugar pretenden que tal iniciativa ciudadana surja en otros lugares del país, dañados en su economía y actividad turística, como la capital oaxaqueña o Acapulco, Guerrero.

Por lo pronto, advierten que no tolerarán un solo bloqueo más de carreteras ni tomas de instalaciones, como ocurrió el 10 de enero, cuando desalojaron a un grupo de maestros del Aeropuerto Internacional, después de que estos provocaran la cancelación de dos vuelos y el retraso de otros dos, tanto nacionales como extranjeros, y pretendían hacer lo mismo al día siguiente, en plena temporada alta de vacacionistas canadienses y estadounidenses.

Las reacciones

En Huatulco, las afectaciones han sido considerables en los últimos dos años. Entre ellas, que 120 viviendas, el 30 por ciento, de las viviendas de extranjeros que hay en el lugar, han sido puestas en venta a menor precio de su valor.

Se trata de propiedades de gente de Canadá, Estados Unidos e Italia que solía permanecer en Huatulco cuatro o cinco meses al año, desde octubre hasta febrero, explica Gustavo López Arce, presidente de la Asociación de Promotores, Desarrolladores y Constructores Inmobiliarios.

Además, ya hay un antecedente de violencia: el 11 de noviembre de 1994, durante el bloqueo de una carretera, una escaramuza acabó a balazos con un saldo de varios heridos en ambos lados.

“Entre más locos vengan ellos, más locos nos ponemos nosotros”, advirtió un taxista del aeropuerto que participó en el desalojo de hace un par de semanas.

“Si ellos sacan un arma, aquí tenemos cazadores, venaderos, iguaneros que, si ellos disparan, nosotros también sabemos darle con las escopetas a la fauna nociva”, advirtió otro chofer.

Representantes de la sociedad civil afirman que no son “un grupo de choque”, pero reiteran que actuarán sin vacilaciones.

El Comité para la Defensa de Huatulco

Los presidentes de las asociaciones de hoteleros, restauranteros, comerciantes, empresarios inmobiliarios y constructores, así como los dirigentes de taxistas, guías de turistas y lancheros, informaron que han conformado el Comité para la Defensa de Huatulco, el cual cuenta con una red de comunicación, a través de teléfonos móviles, que puede movilizar en unas cuantas horas hasta “5 mil personas”, según Roberto Salinas, presidente del comisariado de bienes comunales, y al menos a 3 mil, de acuerdo con López Arce, vocero del comité.

“Estamos haciendo lo que no hace el gobierno del estado, que lo tienen maniatado, amarrado, preso”, comentó Avelino Olea, presidente del Grupo de Guías Certificados de Huatulco, que moviliza a más de 30 mil turistas al año.

“Se entienden las demandas de los maestros, pero pongámonos en los zapatos de los ciudadanos: aquí un turista llega y el que vende las paletas, el que tiene su embarcación, el que tiene su hotel, el que tiene su restaurante, todo mundo se gana un pesito”, dijo Pacheco, militante de Movimiento Ciudadano.

“A Huatulco lo vamos a defender a capa y espada, con todo, y como se pueda”, advierte Carmelo Robles, presidente de la Asociación de Servicios Náuticos.

El líder de los taxistas del aeropuerto, José Hernández, dijo: “El Gobierno Federal y el estatal se quedan impávidos y expectantes ante atropellos y destrozos de pseudo líderes y organizaciones que abanderan causas que no les competen. Los maestros gozan de aguinaldos, sobresueldos quincenales y nosotros no tenemos asegurado el sustento diario. Dependemos del pasajero que arriba a esta terminal aérea”.

“(Somos) la primera autodefensa desarmada en el país que surge contra los excesos, no de criminales, sino de maestros”, concluye la empresaria restaurantera Elba Medina de Estudillo, de la CANIRAC.

Con información de Milenio.