No son mamá e hija bilógicas, son Winnie y Mini-Winnie, de 12 años y de 5 meses respectivamente. Como en otros casos, científicos tomaron una muestra de piel de Winnie, para con ello crear un embrión con material genético idéntico. Tras tomar la muestra, científicos de Sooam Biotech Research Foundation la llevaron a su laboratorio … Continued
No son mamá e hija bilógicas, son Winnie y Mini-Winnie, de 12 años y de 5 meses respectivamente.
Como en otros casos, científicos tomaron una muestra de piel de Winnie, para con ello crear un embrión con material genético idéntico.
Tras tomar la muestra, científicos de Sooam Biotech Research Foundation la llevaron a su laboratorio en Seúl, capital de Corea del Sur, donde extrajeron el ADN y después de fertilizarlo en el óvulo donado por otro perro, fue colocado en una perra-madre sustituta.
El resultado fue Mini-Winnie, que nació en marzo pasado en Seúl, pero apenas fue llevada al Reino Unido. “Mini-Winnie es tal y como se veía Winnie cuando era un cachorra. Por supuesto, Winnie está ahora un poco pasada de peso y tiene canas, pero tienen las mismas marcas” dijo Rebecca Smith, dueña de las dos Winnie.
“Ambas tienen orejas grandes y sus pezones no están totalmente en línea. Incluso la cola de ambas está un poco torcida” añadió.
El proceso de clonación tiene normalmente un costo de alrededor de 100 mil dólares, pero Rebecca Smith, de 29 años, no tuvo que pagar un solo centavo tras ganar una competencia.
“Adoro a Winnie. Es irremplazable, pero ya es mayor. Mi novio llegó a bromear que deberíamos clonarla, pero jamás pensamos que fuera a ocurrir. Después entramos a una competencia que ofrecía precisamente eso y terminamos ganando”, comentó Rebecca, quien planea que ambos daschshunds la acompañen hacia el altar cuando contraiga nupcias próximamente.
En marzo, Rebecca voló a Corea del Sur para ser testigo del nacimiento de Mini-Winnie y tras esperar unos meses finalmente la tiene consigo después de un vuelo de 15 horas.
Con información de Noticieros Televisa