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Japón confía en ayuda jordana para rescatar rehén
Foto de BBC

Japón confía en que Jordania ayude a conseguir la liberación del periodista japonés retenido por milicianos de Estado Islámico, indicó el jueves el gobierno, después de que el último mensaje supuestamente de los captores ampliara hasta el anochecer el plazo para que los jordanos liberasen a una prisionera iraquí.

El mensaje, leído en inglés por una voz que según el gobierno japonés era probablemente la del rehén Kenji Goto, fue difundido el miércoles por la tarde en internet después de que Jordania se ofreciera a entregar a una mujer relacionada con al-Qaeda y que intentó inmolarse a cambio del piloto militar Muath al-Kaseasbeh.

En la grabación se dice a Jordania que lleve a Sajida al-Rishawi, una iraquí condenada por su participación en un atentado mortal contra un hotel de Amán en 2005, a la frontera turca para el atardecer del jueves o Kasaseabeh será ejecutado. No estaba claro cuál sería el destino de Goto si la mujer no era liberada.

El mensaje dejaba claro que el plazo se cumplía al atardecer de Mosul, en Irak, la ciudad más grande en poder del grupo armado.

The Associated Press no pudo verificar de forma independiente el contenido de la grabación, la cual fue difundida por Twitter en cuentas afiliadas al grupo Estado Islámico.

Hablando desde Tokio el jueves, el portavoz del gobierno japonés, Yoshihide Suga, dijo que el gobierno mantenía un estrecho contacto con sus pares jordanos. Suga afirmó que Japón hacía todo lo posible para liberar a Goto, trabajando con países de la región como Turquía, Jordania e Israel.

“Dado que la situación sigue en desarrollo, no debo comentar los detalles. Pero Japón y Jordania están tratando el asunto basándose en una relación de extrema confianza”, dijo a la prensa.

Los esfuerzos por liberar a al-Kasaseabeh y Goto cobraron urgencia cuando el martes por la noche se difundió por internet un ultimátum donde el Estado Islámico advertía que los mataría a ambos dentro de 24 horas si la prisionera de al-Qaeda no era liberada.

Japón ha luchado por gestionar la crisis, iniciada la semana pasada con la publicación de un video del grupo Estado Islámico que mostraba a Goto y otro rehén japonés, Haruna Yukawa, arrodillados con roipas naranjas tras un hombre enmascarado que amenazó con matarlos en 72 horas a menos que Japón pagara un rescate de 200 millones de dólares.

Esa demanda cambió después a pedir la liberación de al-Rishawi. Supuestamente, los milicianos han matado a Yukawa, de 42 años, aunque la muerte no se ha confirmado.

“Este atroz acto terrorista es del todo imperdonable”, dijo el jueves el primer ministro, Shinzo Abe, ante el parlamento.

Goto, un periodista independiente, fue capturado en octubre en Siria al parecer al tratar de rescatar a Yukawa.

Mientras, en Tokio, la madre de Goto, Junko Ishido ha pedido con desesperación que el gobierno salve a su hijo.

“A Kenji le queda poco tiempo”, dijo el miércoles.

En su anuncio de que Jordania está dispuesta a intercambiar a al-Rishawi por el piloto, el portavoz del gobierno, Mohammed al-Momani, no mencionó a Goto.

Cualquier intercambio rompería como la habitual estrategia dura de Jordania ante los extremistas, y sentaría un precedente de negociaciones con ellos.

La liberación de al-Rishawi también podría ser objeto de propaganda para los milicianos que ya controlan enormes franjas de Irak y Siria. Jordania participa en la alianza militar encabezada por Estados Unidos que ha bombardeado objetivos del grupo Estado Islámico en Siria e Irak desde agosto.

El grupo armado no había pedido antes de forma pública la liberación de prisioneros, y el principal aliado de Jordania, Estados Unidos, se opone a negociar con extremistas.

El rey Abdulá II enfrenta una creciente presión nacional para lograr el retorno del piloto a casa. El padre del piloto militar dijo que se reunió con él el miércoles y le aseguró que “todo irá bien”.

La participación en la alianza es un tema impopular en Jordania, y la captura del piloto solo ha exacerbado estos sentimientos, apuntan analistas.

Con información de AP