Estela de Carlotto, presidente de las Abuelas de la Plaza Mayo, se reunió con su nieto- Guido Montoya Carlotto- después de 36 años de búsqueda. Guido, había sido trasladado la población de Olavarría (unos 308 kilómetros al sur de Buenos Aires) donde fue adoptado por Clemente Hurban y su esposa Juana quienes lo nombraron Ignacio, como era … Continued
Estela de Carlotto, presidente de las Abuelas de la Plaza Mayo, se reunió con su nieto- Guido Montoya Carlotto- después de 36 años de búsqueda.
Guido, había sido trasladado la población de Olavarría (unos 308 kilómetros al sur de Buenos Aires) donde fue adoptado por Clemente Hurban y su esposa Juana quienes lo nombraron Ignacio, como era conocido hasta ahora.
El caso de Guido-Ignacio es uno más del robo sistemático de bebés que habían nacido en centros clandestinos durante la dictadura argentina (1976-83). Las Abuelas de la Plaza de Mayo se han dedicado a localizar a esos hijos perdidos. Los resultados son: 114 encontrados, 400 por detectar.
“Hay chicos que no vienen porque tienen cariño y como una especie de deuda por quienes los criaron; porque ellos les pasan esa sensación de ‘cómo ahora me vas a denunciar, si yo te crié y yo te di de comer…” explica Estela y continúa: “Como si fuera que les hicieron un favor, cuando tenían que haberlos dejado criar con su familia, que nunca fue abandonado. Y los chicos, por reciprocidad, dicen que no vienen porque no quieren que lleven a la cárcel a quienes los robaron. Y se acercan a veces cuando ellos mueren. Y a veces es un poco tarde, porque el abuelo real, la abuela real, se muere también”.
Todos aquellos que buscan a sus padres se dirigen a las oficinas de las Abuelas. Sin embargo no todos llegan a practicarse el examen de ADN que ayude a reencontrarlos con sus verdaderas familas. Estela y Guido (Ignacio) se vieron en la ciudad de La Plata. La presidenta de las Abuelas por fin pudo conocer a su nieto.