Si no se hace algo pronto, en menos de cuatro años podría quedar extinta la vaquita marina mexicana, cetáceo endémico del Alto Golfo de California en México, su único hábitat natural. Aunque desde hace varios años existen iniciativas para su protección, las vaquitas marinas siguen muriendo en las redes agalleras o chinchorros, que se utilizan … Continued
Si no se hace algo pronto, en menos de cuatro años podría quedar extinta la vaquita marina mexicana, cetáceo endémico del Alto Golfo de California en México, su único hábitat natural.
Aunque desde hace varios años existen iniciativas para su protección, las vaquitas marinas siguen muriendo en las redes agalleras o chinchorros, que se utilizan para pescar otra especie en peligro, el pez totoaba.
De 200 ejemplares de vaquitas marinas que se contabilizaban en el 2012, actualmente se estima que sólo quedan 97, de las cuales sólo 25 están en edad de reproducción, de acuerdo a datos del Comité Internacional para la Recuperación de la Vaquita (CIRVA).
“Pese a todos los esfuerzos, los datos más recientes indican que la población de vaquitas está disminuyendo a una tasa de 18 por ciento al año”, señala el último reporte de CIRVA.
El gobierno mexicano ha impulsado un plan de protección para la vaquita, que incluye un refugio y la prohibición de pesca comercial; a pesar de esto, el CIRVA advierte que sólo con la eliminación de las redes chinchorro, en las que los cetáceos encuentran su muerte, se podrá evitar su extinción.
La avidez por obtener al apreciado pez totoaba, también en peligro, ha alcanzado a las vaquitas, por el crecimiento que ha tenido la pesca ilegal en su hábitat. Y es que por la vejiga natatoria o buche de totoaba los compradores, principalmente chinos, ofrecen hasta 8 mil 500 dólares, la mitad de las ganancias anuales por la pesca legal.
A este pez se le atribuyen propiedades medicinales, mientras sus órganos sirven en la elaboración de sopas en China, por lo que CIRVA ha pedido tanto a las autoridades mexicanas como a los gobiernos de Estados Unidos y China que se detenga su pesca ilegal y se proteja también a las vaquitas.
“El CIRVA recomienda firmemente que el gobierno de México promulgue regulaciones de emergencia estableciendo una zona de exclusión de redes agalleras que cubra toda el área de distribución de las vaquitas, no solo el refugio ya existente, empezando en septiembre de 2014”, dice el organismo en su más reciente informe.
La SEMARNAT también firmó un convenio con otras dependencias federales para ampliar la vigilancia en el Alto Golfo de California..
Con información de BBC