Criticado en el pasado por su entrega a personajes políticos, el Nobel de la Paz reconoce a dos activistas contra la violencia sexual
El Nobel de la Paz suele ser uno de los reconocimientos más cuestionados del mundo, especialmente debido a su entrega a varios políticos en el pasado. Sin embargo, su entrega a Denis Mukwege y Nadia Murad parece devolverle parte de su brillo e importancia.
La reacción del mundo no es para menos, al condecorar a un médico de la República Democrática del Congo y a una activista iraquí de derechos humanos, que han luchado por varios años para poner fin al uso de la violencia sexual como un arma de guerra y a poner fin a los conflictos armados.
Por un lado, Donald Tusk, presidente del Consejo Europeo, felicitó a ambos personajes y les expresó su “más profundo respeto por su coraje, compasión y humanidad”.
Mientras tanto, en Irak, la comunidad yazidí celebraba el reconocimiento a Nadia Murad, una víctima de la barbarie como la mayoría de su pueblo, recordando que más de 7 mil mujeres y niñas fueron secuestradas, torturadas y violadas por el Estado Islámico en Mosúl.
“Con el grupo Estado Islámico nuestras vidas fueron una tortura, desde que fuimos liberadas vivimos en campamentos, sin buenas condiciones. Estoy muy, muy feliz por Nadia Murad”, comentó una de las víctimas.
Al mismo tiempo, en la República Democrática del Congo, varias personas alabaron el trabajo del doctor Mukwege, quien fundó hace décadas un hospital en Bukavu, así como el apoyo que brindó a varias personas para poder estudiar y salir adelante.
La decisión del Comité noruego destaca luego de su decisión de premiar en el pasado a Barack Obama y a las candidaturas de personajes como el Donald Trump o el dictador norcoreano Kim Jong-un.
Con información de Europa News