Al fin salió la historia de las personas que abandonaron al perro sharpei, llamado Kai, en la estación de Ayr en Escocia, que le presenté el pasado 6 de enero. Resulta que Kai, perro que realmente se llama Pluto, era víctima de una venta por internet que hizo un habitante de Ayr con una familia … Continued
Al fin salió la historia de las personas que abandonaron al perro sharpei, llamado Kai, en la estación de Ayr en Escocia, que le presenté el pasado 6 de enero.
Resulta que Kai, perro que realmente se llama Pluto, era víctima de una venta por internet que hizo un habitante de Ayr con una familia de Aberdeenshire en el noreste de Escocia.
Fin Rayner viajó con su hija de 9 años la distancia de 290 kilómetros para poder comprar un perro por la cantidad de 400 libras, pero cuando llegaron al lugar citado, se dieron cuenta que Kai no era el mismo perro que en la foto mostrada por internet.
“Fui a comprar un perro pero no era el mismo que en la imagen del anuncio”, dijo la señora de 39 años. Quien también se dio cuenta que el perro tenía algo raro porque se notaba muy flaco.
“Le dije que quería dar un paseo con el perro, por lo que él me pidió 150 libras como depósito en caso de que no volviera”, dijo la señora. Al regresar narró que vio al joven llorando inconsolablemente en su carro así que le hablé por teléfono para decirle “Sería mejor que regresaras por tu perro”, pero nunca lo hizo.
Ya era tarde para ese momento y el último tren para Aberdeenshire iba a salir, la mujer no sabía que hacer con el perro y decidió amarrarlo. Antes de hacerlo, según su versión de los hechos, le dijo a un guardia que el can era de alguien más y que lo iba a dejar ahí por miedo a que la culparan de habérselo robado.
Así fue como se conoció la historia de Kai -o Pluto- que fue abandonado en una estación de trenes el cual ahora la SPCA de Escocia está buscando nuevo refugio para el perro. Sin embargo, no todas las historias de perros abandonados terminan igual que esta.
Con información de Daily Record