Con suficientes especímenes para llenar una sala del Museo Americano de Historia Natural, Gregory Speck oferta su colección de animales disecados junto con su departamento ubicado en el complejo Beresford en Central Park West y valuado en 3.4 millones de dólares. Llamado por el propio Speck como “La Casa de los Animales”, de sus paredes … Continued
Con suficientes especímenes para llenar una sala del Museo Americano de Historia Natural, Gregory Speck oferta su colección de animales disecados junto con su departamento ubicado en el complejo Beresford en Central Park West y valuado en 3.4 millones de dólares.
Llamado por el propio Speck como “La Casa de los Animales”, de sus paredes cuelgan patos y cabezas de antílopes. Se puede ver un oso negro de cuerpo completo, pavos rellenos, cisnes, cabezas de alces, un puma que deja al descubierto los dientes e incluso hay una cabeza de bisonte que Speck encontró en un congelador de un supermercado en Virginia. “Era el bisonte más lanudo que jamás había visto, así que lo llamé Buffalo Bill”, explica Gregory.
Él solamente es un coleccionista y no un cazador. Adquirió las piezas en liquidaciones de museos, taxidermistas y cazadores cuyas esposas no les permitían colgar sus trofeos en la casa. “En los años noventa, era políticamente incorrecto tener muestras de taxidermia por varias razones”, dijo. “Me di cuenta de que era capaz de adquirir muchos trofeos de calidad de museo por muy poco (dinero) porque la gente no los quería”.
Parte de su colección, incluyendo una zarigüeya posado en una rama de abedul y un cisne mudo, fueron arrollados en la carretera. “Creo que son hermosas”. “Supongo que algunas personas ven un asesinato en las paredes, pero yo no cometí ninguno. Usted sabe, yo sólo les di el mejor hogar que he podido”.
El apartamento fue originalmente propiedad de su esposa, quien murió en 1999. Ahora, dijo, señalando a los animales que se alinean en casi todas las habitaciones, “Tengo mis compañeros, y por suerte no comen demasiado ni hacen demasiado ruido ni se mueven alrededor, por lo que son muy bien atendidos”.
En total, Mr. Speck posee 400 ejemplares – 200 en el apartamento en venta y 200 más en su casa en Harrisonburg, Virginia. “Treinta y seis años es mucho tiempo para vivir en alguna parte”, sentenció el que aún es una personalidad de la alta sociedad de Nueva York, periodista de celebridades y autor, que ha vivido en Beresford Apartments durante 36 años y tiene fotos de él en sus aposentos y posando con estrellas y damas de la alta sociedad, entre ellas Audrey Hepburn, Andy Warhol y la diseñadora de moda María McFadden, a quien considera una amiga cercana.
Pero la comercialización de su departamento con una colección como esta puede ser complicada. Algunos compradores podrían sentirse intimidados por tantas cabezas de animales. Otros pueden simplemente sentirse impacientes de imaginar cómo se vería el departamento sin ellas, precisó el agente de bienes raíces encargado de la venta.
El amante de los animales que soñaba con tener su propio zoológico, y que empezó su colección a principios de 1990, con una inversión de aproximadamente 50 mil dólares, está renuente a subastar sus ejemplares, ya que significaría dispersarlos. “Prefiero encontrar a alguien que esté sorprendido con esta colección y quiera mantenerlos juntos como una gran familia”, concluyó.