Una familia de cuatro integrantes fue asesinada desde hace varios días en su casa en el municipio de Amatepec, al sur del Estado de México, pero nadie hizo un llamado de auxilio a las autoridades. Los muertos fueron identificados como Valentín Eleuterio Ponciano; su esposa Alejandra Macedo, los dos de 52 años, además de sus … Continued
Una familia de cuatro integrantes fue asesinada desde hace varios días en su casa en el municipio de Amatepec, al sur del Estado de México, pero nadie hizo un llamado de auxilio a las autoridades.
Los muertos fueron identificados como Valentín Eleuterio Ponciano; su esposa Alejandra Macedo, los dos de 52 años, además de sus dos hijas Anabela y Cecilia, de 24 y 29 años, respectivamente. Las dos jóvenes eran licenciadas en Educación y sus padres se desempeñaban como maestros normalistas.
La información proporcionada por autoridades municipales señala que el homicidio ocurrió en la delegación El Rancho, y aunque los cuerpos fueron recogidos por policías ministeriales de la Procuraduría del Estado de México y de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, hasta la tarde del domingo se desconocían detalles sobre los responsables del delito.
Cada integrante de esta familia tenía el tiro de gracia y no habían sido reportados con anterioridad por los vecinos del lugar, porque según pobladores de la zona, “el miedo hace que la gente calle cuando son testigos de una ejecución parecida”.
Sepultan a hijo de periodista
La tarde del lunes, en el municipio de Luvianos, sepultaron al hijo del periodista Indalecio Benítez, director de la Radio Comunitaria La Calentana 98.1 FM, quien fue asesinado por tres heridas de bala la madrugada del viernes cuando un comando rafagueó las instalaciones de la estación.
El periodista no ha querido emitir declaraciones sobre los hechos, ocurridos en su vivienda ubicada a dos cuadras del campamento donde se encuentra la Secretaría de Marina como parte de la Base de Operación Mixta.
En redes sociales publicó el periodista: “tengo el reto más grande de mi vida, nunca fui sicario, nunca he matado, pero ahora me asesinaron de tres balazos en el corazón a uno de mis hijos y al destrozarle el corazón a él también nos lo destrozaron a nosotros y el reto es perdonar para que mi hijo pueda descansar en paz. Yeyito, salúdame a mi padre Dios ahorita que está ahí contigo”.
Con información de Milenio