
Desde los ataques terroristas de la semana pasada que cobraron la vida a 17 víctimas y tres atacantes, ha disminuido la usual multitud que visita el monumento más visitado de París, dejando al descubierto una aburrida plaza gigante de concreto. Poco más de una semana después de los ataques, solo un puñado de turistas tomaba … Continued
Desde los ataques terroristas de la semana pasada que cobraron la vida a 17 víctimas y tres atacantes, ha disminuido la usual multitud que visita el monumento más visitado de París, dejando al descubierto una aburrida plaza gigante de concreto.
Poco más de una semana después de los ataques, solo un puñado de turistas tomaba fotografías, y uno o dos posaban para algún retratista local. Las largas filas que normalmente se extienden alrededor de las gigantescas columnas de la Torre Eiffel eran de una fracción de esa longitud.
“Ha estado muy tranquilo desde los atraques. Casi nadie viene”, comentó Kamel Bougrab, que vende emparedados en una calle frente al monumento.
Entre los turistas que se atrevieron a visitar los puntos de mayor interés en la ciudad, muchos se sintieron reconfortados con la adicional presencia de seguridad. Con 10 mil 500 soldados desplegados en todo el país, incluidos 6 mil en la región de París, el operativo de seguridad establecido después de los ataques es el más extenso en territorio francés en la historia reciente.

En el Museo del Louvre, las filas para ingresar también eran más cortas.
Con información de AP