La noche del miércoles, un piquete de porros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación reventó una investigación de varios meses que realizaba la PGR a solicitud de la frágil y porosa Procuraduría oaxaqueña: cinco agentes federales fueron sometidos, lesionados, despojados de sus armas, privados de su libertad y entregados a los maistros … Continued
La noche del miércoles, un piquete de porros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación reventó una investigación de varios meses que realizaba la PGR a solicitud de la frágil y porosa Procuraduría oaxaqueña: cinco agentes federales fueron sometidos, lesionados, despojados de sus armas, privados de su libertad y entregados a los maistros del plantón que ha estado pudriendo la vida y devastando la economía del centro histórico de la capital estatal.
Humillados, semidesnudados, atados como cerdos y tirados casi cuatro horas en el suelo, los policías ministeriales terminaron (por fortuna) siendo entregados al MP local, bajo los infundios de que cometieron “abuso de autoridad” y que estaban “borrachos”.
Mohamed Otaki Toledo, de la temible sección 22, afirmó que se había descubierto “un claro intento de provocación del gobierno federal por infiltrarse en nuestro movimiento para buscar criminalizar la protesta social, hostigar y amedrentarnos…”.
Además de cometer delitos a cielo abierto, ¿a qué criminales está protegiendo la CNTE?