La pacificación del país no se puede de manera milagrosa, pero tampoco se puede perder ningún instante ni dar tregua a las mafias
La violencia desatada en Sinaloa debido al “secuestro” de “El Mayo Zambada” por parte de Joaquín Guzmán López y la posterior “entrega” de ambos narcotraficantes a autoridades estadounidenses parece no tener fin.
A lo largo de estos meses hemos visto de todo, menos un avance para solucionar la situación de terror que se vive en la entidad.
Lo que sí hemos visto es que la actitud de los tres niveles de gobierno evolucionó de la minimización de lo que ocurría en el estado a una más proactiva. Quiero pensar que el actual gobierno federal comprendió ya que de vez en cuando es necesario dar balazos. Sin embargo, los hechos violentos no disminuyen y los muertos siguen acumulándose.
Lo que sí parece suceder en Sinaloa es que los grupos delincuenciales en la entidad ya dieron acuse de recibo que el gobierno federal está dejando a un lado los abrazos y empezó a usar los balazos para “intentar meterlos en cintura” y comenzaron a mandar mensajes al gabinete de seguridad, pero no para rendirse, sino para decir que están en pie de lucha.
Uno de esos mensajes fue entregado este miércoles a colaboradores del secretario de Seguridad federal, Omar García Harfuch, quienes fueron atacados presuntamente por órdenes de Iván Archivaldo Guzmán, uno de los hijos de El Chapo Guzmán, según declaró a Radio Fórmula el periodista Carlos Jiménez.
El secretario confirmó el ataque y la muerte de uno de sus colaboradores:
“Hace unos momentos aquí en Culiacán lamentablemente perdió la vida un compañero de investigación de la Secretaría de Seguridad. Nuestro más sentido pésame a la familia de nuestro compañero y todo nuestro reconocimiento a la labor que realizan a diario mujeres y hombres del Gabinete de Seguridad para recuperar la paz en Culiacán. Este hecho no quedará impune y los responsables serán detenidos”.
No es la primera vez que el secretario recibe mensajes de la delincuencia organizada; baste recordar que en junio de 2020 fue víctima de un atentado en la Ciudad de México cuando se desempeñaba como secretario de Seguridad local.
Pero el atentado contra el equipo de García Harfuch en Culiacán no ha sido el único mensajito que la delincuencia organizada ha mandado a las fuerzas del orden en los días recientes. En el municipio de Cotija, Michoacán, dos soldados murieron al estallar una mina terrestre, mientras realizaban labores de patrullaje.
El secretario García Harfuch señaló que llevará tiempo pacificar Sinaloa (y yo agregaría que al país entero). Cierto, la pacificación del país no se puede de manera milagrosa, pero tampoco se puede perder ningún instante ni dar tregua a las mafias en Sinaloa y el país. Ya se perdió mucho con la estrategia de abrazos del sexenio pasado.
No puedo terminar sin enviar mi solidaridad a las familias de los caídos en cumplimiento del deber. Ojalá reciban el apoyo que el sacrificio de sus familiares merece.
EN EL TINTERO
El caos registrado este miércoles en el municipio de Ecatepec, Estado de México, es una muestra de la gris administración de Delfina Gómez.
Una pregunta: ¿Veremos un despertar de la oposición en 2025? Sinceramente no creo,
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