Minuto a Minuto

Internacional El fundador de Lululemon intenta recuperar el control de la empresa canadiense de ropa
Chip Wilson lanzó la primera andanada por el control de Lululemon al nominar tres nuevos directores para su consejo de administración
Internacional Trump dice que sin Netanyahu Israel “tal vez ya no existiría”
Trump describió a Netanyahu como "un primer ministro al más alto nivel en tiempos de guerra", agregando que si otro hubiese estado en su lugar el país ya no existiría
Deportes Pachuca anuncia el regreso del venezolano Salomón Rondón para el Clausura 2026
"Regresa el rey. Recibimos al héroe que tuvo la valentía de volver. Salomón Rondón", afirmó el equipo del Pachuca
Ciencia y Tecnología De la guerra a la acción: lo que México no entiende sobre las emergencias
Mientras en muchos países —México incluido— la emergencia se delega exclusivamente al Estado, en Israel se asume como una responsabilidad colectiva
Nacional “No hay terrorismo en Veracruz ni en México”, aclara Rocío Nahle
Durante su declaración, la mandataria estatal sostuvo que el caso específico deberá ser informado por la Fiscalía General del Estado, al tratarse de una investigación en curso

El presidente dio una señal muy clara de que la educación no le importaba, cuando al arranque de su gobierno le dio a la CNTE la rectoría de la educación pública, al cederle la asignación de las plazas de los maestros, que tendría que corresponderle al Estado.

La señal fue tan clara que hoy, cuatro años y medio después, la Secretaría de Educación Pública de su gobierno ha sido la que menos dinero ha gastado en la educación de los niños mexicanos en toda una década. La educación le vale sorbete.

En 2022, la SEP, con Delfina Gómez como titular, gastó 381 mil 611 millones de pesos, que es la cantidad más baja desde 2013; además de que eliminó las escuelas de tiempo completo, que daban estudios y alimentos gratuitos a 3.6 millones de niños pobres y marginados.

Es la consecuencia de la abdicación del Estado a la rectoría de la educación, a favor de ese grupo vandálico que es la CNTE, compuesto por maestros que no dan clases y que sólo se dedican a la insurgencia urbana, desde hace más de tres décadas.

Los maestros de la CNTE lleva esos más de 30 años sin impartir clases durante un curso completo. El actual, no será excepción: de manera intermitente, tienen sin clases a 200 mil niños en Oaxaca, mientras sus hordas cierran calles en la CDMX con cualquier pretexto.

Pero la realidad es que hoy en México la CNTE decide el ingreso, promoción y permanencia de los maestros en el sistema educativo, y otorga las plazas en automático para egresados de las normales, y la Universidad Pedagógica Nacional.

Sí, es cierto que la letra chiquita de las leyes secundarias de la Reforma Educativa de este presidente dice que “el Estado mantendrá la rectoría del Sistema Educativo Nacional”. Pero eso es puro cuento: manda la CNTE.

Porque decide quiénes ocupan las plazas y los cambios de escuelas de los profesores, en especial en

Chiapas, Oaxaca y Michoacán, que concentran al mayor número de menores de niños que no terminan la educación básica, y el 30 por ciento no va a clases.

De acuerdo con la Reforma Educativa del presidente, la CNTE inculcará niños “solidaridad, justicia, libertad, la igualdad, honradez, gratitud y la participación democrática, con los valores para la responsabilidad ciudadana y social, como el respeto por los otros”.

Ajá: pero eliminó el reglamento anterior, que fijaba reglas precisas para que quienes aspirasen a ingresar, permanecer y ascender como maestros, directores o supervisores fuera con base en sus estudios, y no en ser miembros de la CNTE, como es hoy.

Y mete más dinero al Tren Maya y Dos Bocas que a la educación de los mexicanos del mañana.