Con el prestigio merecidamente ganado que tienen los egresados de cualquiera de las escuelas superiores del Instituto Politécnico Nacional, es muy explicable que sus estudiantes se indignen ante la mera insinuación de que no podrán obtener un título profesional en las 55 carreras que han acreditado tanto a la institución en sus áreas clave de … Continued
Con el prestigio merecidamente ganado que tienen los egresados de cualquiera de las escuelas superiores del Instituto Politécnico Nacional, es muy explicable que sus estudiantes se indignen ante la mera insinuación de que no podrán obtener un título profesional en las 55 carreras que han acreditado tanto a la institución en sus áreas clave de Ingeniería y Ciencias Físico Matemáticas, Ciencias Sociales y Administrativas, y Ciencias Médico Biológicas.
Lo asombroso es que se crea la patraña de que los cambios en el plan de estudios de la Escuela Superior de Ingeniería y Arquitectura o en el nuevo reglamento (aprobado por el Consejo Técnico Consultivo, donde toda la comunidad politécnica está representada) reducirán sus expectativas académicas porque dizque solo podrán graduarse como “técnicos”.
Ante la escalada que en pocos días está cobrando un movimiento estudiantil basado en tan falsa premisa y en vísperas del 2 de octubre, de dónde haya salido este redituable cuento parece ser ya lo de menos…